La Comisión de la Esperanza

Chimbote en Línea (Por: Guillermo Martínez Pinillos) En estos días las visitas que llegan, no vienen a vernos con felicidad. Se constituyen en comisiones que evalúan, investigan, sancionan, como  debe de ser. Pienso que las comisiones no deberían existir tan sólo para evidenciar lo que todos ya sabemos, para llenar cárceles, para convertir en heridas las llagas y hacer desangrar de nuevo las cicatrices.

Yo me he atrevido a soñar en una comisión, tal vez más vana. Me dirán que dibujo utopías, mientras me ahogo en un cenagal. Pero me aferro a mi derecho de soñar.

Hagamos una Comisión de la Esperanza para diseñar juntos el viejo sueño del mundo mejor. Para diseñarlo de nuevo, cambiar los perfiles de las personas y modificar las curvas que van hacia abajo. Una Comisión que incluya a todos, que nos inviten a todos a soñar y a creer en nuestros sueños.

Que los niños dibujen con crayones a sus casas dentro de un corazón; que se tomen de la mano sus toscos muñecotes de familias juntas y felices. Que nos pongan de cabeza, enseñándonos que lo que es bueno es bueno y lo que es malo es malo.

La Comisión de la Esperanza construirá nuevas estructuras para ordenar todas las cosas. El Bien común, los derechos de todos, las sonrisas, la verdad por sobre todas las cosas, el amor y el respeto por todos quienes habitamos en el planeta, ya sea volando, caminando, arrastrándose, fluyendo, deslizándose, o quietos como los árboles.

Porque ya nos hemos hecho mucho daño, nos hemos matado demasiado y hemos quebrado nuestros sueños y los ajenos. Nos hemos gastado demasiado la esperanza de los otros y los recursos de quienes aún no llegan, pero que vendrán.

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