Reconocemos a Jesús al partir el Pan, en la Eucaristía, en la Santa Misa

Chimbote en Línea (Por: Segundo A. Díaz Flores) Apreciados lectores, hoy la Iglesia celebra el III Domingo de Pascua. En el Evangelio, dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a un pueblo llamado Emaús, distante unos once kilómetros de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Jesús ha resucitado y camina con nosotros. Siempre camina, hasta el final de nuestra vida. Jesús nunca nos abandona… si al final no llegásemos a encontrarnos con Él en el cielo, es porque nosotros nos apartamos del camino.

« ¿Qué es lo que vienen conversando por el camino?». Jesús se preocupa por nuestras cosas, nos pregunta por lo que pensamos, hablamos y hacemos. Pero cuando no comprendemos nos corrige y nos explica las Escrituras para comprender que él es nuestro Salvador y Señor.

«Quédate con nosotros, porque ya atardece y está anoche­ciendo», nunca dejemos de decirle a Jesús, quien siempre se quedará con nosotros para partirnos y darnos el Pan, que es su Cuerpo y su Sangre, solo en la Eucaristía se nos abre los ojos y lo reconocemos.

«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el ca­mino y nos explicaba las Escrituras?». Nuestro corazón siempre arde cuando Jesús nos habla. Y cuando partimos el Pan Eucarístico en la Santa Misa, podemos exclamar con los discípulos de Emaús: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. María nos ayude a reconocer a su Hijo Jesús en la Fracción del Pan, en la Eucaristía, en la Santa Misa.

 

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