Chimbotenlinea.com (Por Milton Palpa).- En las vísperas del día central por las celebraciones religiosas en homenaje a San Pedrito, y en pleno recibimiento de los visitantes de diversas partes del país, Chimbote muestra como todos los años su peor imagen, debido al comercio ambulatorio que en estas fechas genera desorden, caos vehicular, y sobretodo la contaminación en el centro de la ciudad.
Pero, por qué la municipalidad ha permitido esto, si la semana pasada informaban en los medios de comunicación que todo estaba contralado y que este año iba mejorar la situación.
Qué pasó realmente, si hace unos días se había realizado una inspección por el lugar, para verificar que todo este en orden, respetando los espacios para el transito peatonal. Se nota que la improvisación les ha jugado una mala pasada, ya que ha permitido que más de 200 ambulantes se coloquen en las dos vías de la avenida Pardo, ocupando las pistas, veredas y jardines, incluso sin respetar el frontis de la Iglesia san Pedro, pues los ambulantes hoy en la mañana empezaron a ocupar la acera, impidiendo el paso de la sagrada imagen al momento de la procesión.
Pero, la causa principal a este problema es la falta de empleo formal, a pesar que se dice que Chimbote está creciendo económicamente la realidad para muchos no es así, es por ello que estas personas se ven obligadas a salir a las calles atraídas por el derecho de progresar, tratando de alguna forma ganar dinero honradamente ya que muchos de ellos buscan el sustento de sus familias.
Hablan los comerciantes informales
Raúl García (38) es un hombre que se gana la vida vendiendo artesanía de madera, recorriendo muchos lugares, buscando el sustento para su familia y esperando que la fiesta de Chimbote sea buena y se pueda vender algo. “Ya son 8 años que vengo a la feria y esta mercadería es mi fuente de trabajo”, acotó el Raúl.
El joven comerciante nos cuenta que este año se han incrementado los comerciantes chimbotanos, ya que años atrás la mayoría eran del norte y cuando llegó a la ciudad, los espacios ya estaban ocupados. “Espero que este año se pueda vender, y no sea como el año pasado, a pesar que hay problemas y nos están tratando sacar, nosotros tenemos fe de que vamos a vender”, concluyó.
Él es uno de los cientos de los ambulantes que han invadido las principales arterias de la ciudad, y que quiérase o no forman parte del colorido paisaje comercial que se aglomeró en la fiesta de San Pedrito.
Encontramos a la señora Georgina Samanez (57), una arequipeña que viene todos los años a Chimbote para vender artesanías elaboradas con yeso. Ella nos cuenta que ha dejado en su tierra a sus 5 hijos, con la finalidad de trabajar y no les falte su comida. Dijo que para estar en este pequeño espacio le han cobrando 50 soles.
“A quién le gusta trabajar en las calles. La verdad no me gusta estar corriendo de un lugar a otro dejando a mis hijos encargados, exponiéndolos a que les pase algo, pero que voy hacer tenemos que seguir trabajando por ellos”, dijo la señora.
Quieran o no el comercio ambulatorio ya se instaló en Chimbote, sólo esperemos que las autoridades se pronuncien con un operativo de limpieza, ya que como todos los años terminadas las festividades las principales calles de la ciudad quedarán sucias. Aunque la solución no está en limpiar la ciudad, ya que el problema radica en el desempleo, la falta de oportunidades, pero sobretodo la falta de un plan por parte del municipio en donde se aborde el tema de los comerciantes informales.