Chimbote en Línea (Por: Ricardo Ayllón) La cabaña es de palos y maderos viejos, casi nadie la conoce, y quienes saben de ella afirman con una seguridad insana que está abandonada. Si un día te internas en el bosque del Vivero Forestal de Chimbote y logras hallarla, conocerás la verdad. Aquel bosque es un territorio impenetrable que siempre me atrajo por su espesa población de pinos y sus bellos claroscuros que invitan al sosiego.

Hastiado de los columpios, de perder monedas comprando alimento para los peces de la laguna, y azuzado por la vieja leyenda de la cabaña abandonada, un día decidí internarme en la espesura del Vivero Forestal.

Con el maquinal atrevimiento de los solitarios, elegí las vías del pequeño tren que recorre cierta parte del bosque y, ya dentro, mientras me preguntaba si el camino tomado era el correcto, vi desaparecer frente a mis ojos los delgados rieles del ferrocarril. Si a ti te ocurre lo mismo, te encontrarás de pronto al borde de la hondonada donde la cabaña misteriosa descansa como el legado de un pasado que nadie te contó.

Llegar hasta ella es sencillo, lo difícil es tomar la decisión de abrir su desconchada portezuela. Intenta hacerlo y escucharás la música, esa melodía grave y tristísima que parece brotar de tu propio corazón. Tienes que oírla para que sepas si consigues abrir la puerta sintiendo la congoja más pesada del mundo. Yo no pude hacerlo. Llevado por el pánico y la intuición di media vuelta y no paré de correr hasta escuchar nuevamente el sonido redentor del pequeño tren.

¿Sabes tú cómo vencer a la tristeza? Ve allá y trata de entrar a la cabaña. Estoy seguro que nadie sabe aún qué es lo que vive dentro.