No huyas del Mundial, morirás en el intento (Por: Germán Torres Cobián)

Chimbote en Línea.- Atento, varón. No te escondas, no emigres, no fugues, no cambies de domicilio en el DNI, porque  hagas lo que hagas, una pelota de fútbol te perseguirá hasta  el pueblo más recóndito donde pretendas  ocultarte. No se te ocurra huir  porque morirás en el intento.

Si no te gusta el fútbol como recreación, como deporte competitivo, o como hermanamiento entre naciones,  no escapes, mejor será que aceptes las cosas como vienen y pongas buena cara ante el diluvio de patadas y goles que se avecina. Tampoco arrojes el televisor por la ventana, y no te quedes en la cama y escondas la cabeza debajo de la almohada porque durante todo el Mundial de Fútbol, aunque no veas  las imágenes, la voz del comentarista deportivo  te acosará hasta  en el retrete. Porque el fútbol está en el ambiente,  en el aire que tienes que respirar. Aunque no te guste o lo odies  terminarás cediendo ante su encanto; y cuanto antes te rindas, mejor.

Estás equivocado, igual que quienes no son devotos del “deporte rey”, si piensas que no vas a ver ningún partido en la televisión; por sí no lo sabes, este espectáculo  no solo lo tendrás  en los  estadios brasileños  y en los hogares del Perú; también estará en los plasmas de los terminales terrestres,  aeropuertos,  bares, restaurantes, lenocinios, hostales, en los celulares, tabletas, lap tops,  y, sobre todo, en  las calles de los barrios donde se prevé que los émulos de las “barras bravas”  coloquen  sus televisores junto a las cajas de cervezas. ¿Qué mejor ocasión para ellos que  contemplar  las  piruetas y regates de Ronaldo o  Dani Alves poniendo en práctica  ese  jodido vicio de los peruanos  de chupar (“con los patas  pe,  tío”) en la vía pública?
Pero, no te preocupes mucho, varón, en realidad,  este Mundial de Fútbol tiene  a mucha gente nerviosa, no solo a ti. Los que no puedan o no quieran  huir tendrán conflictos en sus hogares. Se prevé el incremento de la violencia familiar debido a la selección de programas televisivos: el padre querrá ver “Esto es guerra” o “Combate”;  la madre y las hijas elegirán “Contra viento y marea”,  “Pasión de  gallinazos”;  y el hijo optará por el fútbol. No hay escapatoria para este conflicto.

Mira chino, los Juegos Olímpicos, las Exposiciones Universales, el cine, el ajedrez, el surf, el tenis,  el Mundial de Fútbol  y  las competiciones deportivas en general   forman  parte de los grandes espectáculos que corrientemente nos ofrece  la vida; sin ellos el tedio se apoderaría del mundo y viviríamos en medio de la tristeza. Lo malo es que en el Perú, estas distracciones que solemos ver a distancia, van acompañados de otros sucesos  que vienen a ser como  historias que se emiten por capítulos en una telenovela, como  interminables culebrones…
No hay día, semana o mes del año, en que las instituciones del Estado no nos ofrezcan algún esperpento para el asombro nuestro: los actos ilícitos de congresistas u otros funcionarios públicos; los alarmantes casos de  corrupción en Ancash y otras regiones del Perú; la posible implicación de fiscales y jueces en las redes delictivas… De modo que  ahora, en este momento,  en  reemplazo de estos malhadados hechos, bienvenido sea el Mundial de Fútbol porque   tendremos unos días de solaz; no está mal  una  breve cura de amnesia para nuestros  sinsabores cotidianos.

Deja que la gente se olvide por un momento  de las elecciones regionales y municipales que tenemos encima; muchas veces  las personas sólo quieren  tener ante sí  lo más sencillo: ver  los estadios de fútbol llenos,  un cabezazo de Puyol por aquí,  un zurdazo de Messi por acullá, un amague de Neymar, un par de  tiros chocando en los postes, algunas penales bien cobrados y mejor convertidos, o escuchar  un largo  ¡uuuyyyyy! del público cuando el fallo de un gol es clamoroso.

De modo que  sugiero  que te apartes de quienes desde  antaño descalifican este deporte, como Rudyard Kipling, que en 1880 se burlaba de los espectadores de fútbol diciendo que eran “almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan”. Quiero decir con esto que el fútbol no es “pan y circo” como señalan algunos lenguaraces; para mí  el fútbol más bien es circo sin pan, es circo (en el mejor sentido de la expresión) y  goles.

En fin, chino,  no huyas del Mundial, te lo aconsejo. Desde todo punto de vista, es mucho mejor contemplar  todos los  64  partidos de  cabo a rabo. Será  una alegría ver  las escapadas de  Luis Suárez, de  David Milla, de Diego Forlán,  o las espectaculares atajadas de Iker Casillas, en lugar de ver esposados   a  Nelson Vásquez Baca y Johnny Espinoza,  el  “Caballito ajusticiado”. Es mejor contemplar  una  andanada de goles que soportar en la televisión  la cara de Juan Sánchez, “el no negociable”. Mira varón, igual que los ahora perseguidos  Sandor  Renilla y  Rossy Olivares, de todas formas no  tienes  escapatoria.

Aunque te metas  en un refugio atómico  el Mundial  te seguirá hasta ese escondrijo. Por lo demás, durante este mes futbolístico se harán amistades y enemistades, habrá noviazgos, rupturas amorosas, problemas familiares,  reyertas, crímenes;  todo esto habrá en nuestro Perú, para variar, durante  este Campeonato Mundial  Brasil-2014 que ahora empieza. Un servidor tuyo, humildemente, solo espera  ver  algo de buen  fútbol y que gane el mejor… (Por: Germán Torres Cobián)

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