Situación de los niños y adolescentes afroperuanos

Chimbote en Línea (Especiales).- Un esfuerzo conjunto del Centro de Desarrollo Étnico (CEDET), Plan Internacional, y el Programa de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), presentado este mes, permitió conocer la situación de la niñez y adolescencia peruana de origen africano.
          
El estudio presentado, basándose en datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) estima  que la población afroperuana está compuesta por cerca de 670 mil personas siendo alrededor de 205 mil los niños, niñas y adolescentes (de 0 a 17 años). De ellos cerca de un 17,8% en áreas rurales y 10,6% en zonas urbanas no cuenta con documento de identidad. Y si bien, la mayor parte de las niñas, los niños y adolescentes reside en regiones de la costa peruana (sobre todo en Lima, La Libertad y Piura), se puede apreciar que hay un número considerable de ellos que reside en regiones de la selva, como Amazonas y Loreto, y de la sierra, como Ayacucho (cf. p.27)
       
También afirman que “La población afroperuana ha vivido en una situación de postergación y pobreza, marcada por dos procesos articulados en una dinámica de retroalimentación: la exclusión social y la discriminación. La exclusión social alude a los mecanismos institucionales que les impiden acceder a bienes materiales, servicios sociales, vivienda, crédito, capital y otros recursos, así como a participar plenamente en las esferas de la vida social, cultural y política del país (Figueroa et al. 1996, Torero et al. 2004, Ñopo et al. 2004). En cambio, la discriminación hace referencia a los procesos de maltrato o trato diferenciado motivados por razones de origen social, lengua, género, vestimenta, cultura o “raza” (pp.22-23).
        
Este informe destaca cinco problemas que afrontan los niños, niñas y adolescentes afroperuanos:

1.- Su invisibilización
          

 Hay una invisibilización de las condiciones de vida de esta población pues “hay  escasa información estadística representativa y actualizada respecto de la situación de las niñas, los niños y adolescentes afroperuanos” (p.88). Esta situación no permite identificar los problemas que afrontan para tener acceso a derechos básicos como salud, educación y protección que tienen una clara incidencia  en su calidad de vida. Por ello se señala la necesidad de  incorporar la variable étnica o racial en las encuestas, censos y registro de datos administrativos de los servicios de salud, educación y protección que brinda el Estado.

Debido a esta ausencia de datos actualizados el estudio trabaja con los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2004. Según esos datos 37.5% de los hogares afroperuanos son pobres. Si bien 92.9%  va a la escuela, este porcentaje es menor que otros grupos poblacionales. En cuanto a salud
38 %  de los menores de 5 años presentan alguna enfermedad.

2. El racismo
 

El estudio dice que uno de los principales problemas que afronta este sector poblacional tiene que ver con el racismo que sufren. “Se entiende por “racismo” aquella práctica discriminatoria que las personas ejercen contra otras en razón del fenotipo, el “color de piel” o la “raza” y que suponen maltrato o menoscabo de sus derechos -como ciudadanos o como seres humanos (…) El racismo se alimenta de la creencia en la supuesta existencia de “razas superiores”, que “naturalmente” tendrían mayor capacidad de adaptación y atributos de dominación, mientras que otras serían sustancialmente inferiores. Los planteamientos racistas han justificado la esclavitud, el colonialismo y el genocidio” (p.23).
       
La discriminación racial limita seriamente sus posibilidades de realización personal, afectando también su desarrollo emocional y psicológico, su autovaloración y auto reconocimiento. Debido a la discriminación que afrontan sus expectativas de desarrollo “tienden a desvincularse del estudio y se conectan más bien con el deporte, la música y el baile, lo cual se basaría en estereotipos y representaciones construidos socialmente y relacionados con las supuestas capacidades “innatas” que ellas y ellos tendrían por ser afroperuanos” (p.89).

Esta discriminación se produce tanto en el ámbito familiar, escolar, como en general en el entorno en que crecen. Ellos “experimentan de manera cotidiana procesos de discriminación vinculados principalmente al color de piel, frente a los cuales se encuentran desprotegidos” en todas las etapas de su vida (pp.68 y 89).  Esta discriminación se da a dos niveles: “el simbólico, donde los insultos, la burla y la mofa se normalizan y se establecen como formas de interrelación aceptadas; de otro lado está el racismo estructural, que limita el ejercicio de los derechos fundamentales” (p.68)
        
Los autores nos recuerdan que “El Artículo 2 de la Convención sobre los Derechos del Niño expresa que las niñas, los niños y adolescentes deben estar protegidos de toda forma de discriminación por su condición o por la de sus padres”. Y que también “desde el año 2000, es considerado en el Perú como un delito, de acuerdo a la Ley N° 27270” (p.67).

3.- La violencia
 
 Las niñas, los niños y adolescentes afroperuanos están expuestos a la violencia física y psicológica, sobre todo en el ámbito familiar, pero también en la escuela y la comunidad. De acuerdo con la encuesta de la Fundación Van Leer y GRADE 2011, “entre las niñas y los niños afroperuanos menores de 8 años que asisten a la escuela hay una importante incidencia de violencia física (19.5%) y, sobre todo, de violencia psicológica (28.9%), siendo los principales agresores sus propios compañeros de clase. También se reportó casos en los que las y los docentes agreden físicamente (2.5%) y psicológicamente (3.4%) a las y los estudiantes afroperuanos” (p.80).

4. La construcción de su identidad
 
El Informe señala, asimismo,  que  “Existen limitaciones para el desarrollo de la identidad de la niñez y la adolescencia afroperuanas, así como para el conocimiento de sus raíces, saberes y tradiciones”. Destacan que la escuela tiene a invisibilizar  la identidad afroperuana y su memoria histórica y más bien tiende a  profundizar los  estereotipos  que existen hacia la población afroperuana, poniéndose de manifiesto “los prejuicios que existen sobre las capacidades intelectuales de las y los adolescentes, así como sobre sus limitadas aspiraciones para “progresar” (cf. p. 90)
 
Al respecto nos recuerdan que el Artículo 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 consideran el deber del Estado de “inculcar al niño el respeto de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los del país en que vive y de las civilizaciones distintas de la suya”. (Fuente: Instituto Bartolomé de las Casas)

                
 
 

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