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Sobre Gustavo Gutiérrez y su obra

Chimbote en Línea (Cuestion de fe)  En 1996, el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, que entonces presidía el Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), Mons. Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, convocó a un encuentro de teólogos latinoamericanos con algunos  miembros de la Congregación de la Doctrina de la Fe. El evento se realizó en Akemania, a fines de setiembre de ese año 1966.

Presidió el encuentro Mons. Rodríguez Maradiaga y asistieron, por la Congregación de la Fe, su Prefecto, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, así como el secretario, Mons. Tarcisio Bertone y un Consultor, y entre los expositores estuvieron Mons. Luciano Méndez Almeida, obispo del Brasil; el Dr. Enrique Iglesias, uruguayo, del BID; Juan Carlos Scanonne sj y Carlos María Galli, argentinos; Juan Noemi, chileno; y por el Perú, Ricardo Antoncich sj y Gustavo Gutiérrez, que expuso el tema Una teología de la liberación en el contexto del tercer milenio .

No hubo muchos testigos, pero la inmediata publicación y ecos de la reunión evidencian que el ambiente fue respetuoso y fraterno, y que preparó los actos siguientes que brevemente paso a mencionar.

El 1º. De septiembre del 2006, Mons. Héctor Miguel Cabrejo Vidarte ofm, Arzobispo Metropolitano de Trujillo que presidía la Conferencia Episcopal del Perú, dirigió en una carta a sus “hermanos en el Episcopado, en el Sacerdocio, en la Vida Consagrada y fieles de la Iglesia en el Perú” para comunicar que el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Angelo Amato SDB, consideraba necesario que un artículo del P. Gustavo Gutiérrez OP, La Koinonía eclesial, se difundiera extensamente.

A esta carta Mons. Cabrejos ad juntaba una Nota explicativa de carácter histórico en 10 puntos, en la que se manifiesta que en setiembre del 2004 la Congregación para la Doctrina de la Fe aclaraba que “no había objeción teológico-pastoral a la segunda reacción” del mencionado artículo, y “recomendaba su publicación”. El artículo fue publicado en la revista Angelicum, de los religiosos dominicos ese mismo año 2004, y en la revista Páginas, no. 200, en agosto del 2006, en el Perú.

El 25 de setiembre del mismo año el Secretario de la Congregación de la Fe, Mons. Amato, envió una carta (87/72 -24159) expresa la “más profunda satisfacción” de la Congregación “por las acciones emprendidas en este caso”, y agradece a Mons. Cabrejos por “sus buenos oficios” al haber publicado cinco mil ejemplares del artículo en cuestión.

Parece que todo ello “cayó en el olvido”, porque resulta muy difícil de creer que muchos destinatarios de los tres documentos y del mismo artículo se quedaran sin informarse y sin leer. No hay duda que en la iglesia peruana hay mucha diversidad.