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¿Un mundo cargado de plomo?(Por Christian Felipe Mostacero Tafur- IE La Libertad)

Chimbote en Línea.- Un oficial de las fuerzas aéreas estadounidenses experimentó cambios repentinos e inexplicables en su personalidad, perdió 14 kilogramos y no podía dormir. Su esposa se quedó anémica y se deshidrató. ¿Qué les había sucedido? Unos platos comprados en otro país y que no estaban debidamente vidriados habían estado contaminando de plomo la comida que ingerían.

En otro caso, una niñita casi había dejado de crecer y no podía digerir bien el alimento. ¿Por qué? El agua de su casa estaba contaminada con plomo. También, otro niño de dos años se intoxicó con la tierra del jardín de su casa porque los gases de vehículos que circulaban por una autopista cercana habían contaminado la tierra de plomo.
¿Cuánta gravedad reviste el problema?
Hace siglos que el hombre sabe que el plomo es venenoso. Algunos historiadores  incluso creen que un factor que contribuyó a la caída del Imperio Romano, fue el envenenamiento con plomo. El uso extenso que los romanos hacían del plomo en sus recipientes de para el vino, utensilios, cosméticos y especialmente en el vino mismo, puede que haya causado muchos problemas físicos y mentales.

¿Qué puede decirse de nuestros días? “En cierto sentido todos estamos intoxicados con plomo” contesta el doctor Donald Louria en la obra “Libro de texto de Medicina”. La gente de los países industrializados de hoy tienen aproximadamente cien veces más plomo en su organismo que la gente que vivía antes de la industrialización. Sin embargo, algunos médicos han asegurado que no se ha podido demostrar hasta ahora que esta sea la causa del incremento de los trastornos en la población.

El plomo es peligroso especialmente en los niños, porque los absorben más deprisa que los adultos y es posible que deteriore de modo permanente su desarrollo y aptitudes mentales. Por ejemplo, cada año el envenenamiento con plomo puede reducir en un máximo de cinco puntos las capacidades intelectuales de unos mil niños.
Se ha observado muchas cañerías hechas de plomo, incluso las cañerías de cobre pueden estar empalmadas con soldadura que contenía plomo. También se ha observado que el agua de las escuelas y oficinas contiene algo de plomo. La tierra y el polvo también contienen plomo, lo que en parte se debe a los residuos de pintura o fundidores industriales de plomo. No obstante, mucha de la culpe la tiene la gasolina.

En la década de 1920 se añadió plomo a la gasolina para evitar el efecto de golpeteo de motor. Como consecuencia, los automóviles y las fábricas han arrojado al aire millones de toneladas de plomo, que se ha asentado en el polvo y la tierra de nuestro planeta. El polvo portador de plomo hasta puede que se pose sobre algunos de nuestros alimentos.

El contenido de plomo en la pintura se ha reducido mucho, y en varios países se han conseguido resultados sobresalientes en la eliminación de la gasolina con plomo. Sin embargo el hombre no ha dejado de arrojar plomo al medio ambiente. A este respecto, la revista “FDA Consumidor” cita de un informe reciente según el cual se calcula que el hombre todavía arroja a la atmósfera 400 000 toneladas de plomo al año.
MANERAS DE PROTEGERSE
Agua: Si cree que su agua del caño, tiene plomo, debería hacerla analizar., si entonces descubre que sí tiene, puede ponerle filtro (el más eficaz es el filtro de ósmosis inversa). Aun así, puede reducir el contenido de plomo dejando correr el agua, después de haber abierto el caño, especialmente si el agua está parada bastante tiempo.

Comida: Los platos de loza con vidriado a base de plomo son peligrosos si no se han cocido a temperaturas lo bastante elevadas. Como muchos países no tienen leyes que regulen su producción de cerámica, tenga cuidado si compra ese tipo de objetos en esos lugares. La loza es más peligrosa para almacenar alimentos que para servirlos, pues el plomo se va desprendiendo poco a poco. Si sospecha que cierto objeto de cerámica pueda contaminar la comida con plomo, tal vez desee usarlo únicamente como artículo de decoración y no para guardar alimentos.

El lavado de frutas y verduras elimina aproximadamente la mitad del polvo de plomo que puede haberse depositado sobre ellas. Y otra medida preventiva es la buena alimentación. Una dieta buena y equilibrada por lo general proporciona los niveles apropiados de cinc, hierro y calcio, que pueden ayudar a mantener bajos los niveles de plomo en el organismo. Evita que tus hermanitos pequeños, o hijos no se metan en la boca nada de plomo, ya sean juguetes o simplemente el polvillo de la pintura. Tampoco deberían jugar en lugares donde pudiesen ingerir polvo de plomo.

Bibliografía:
Revista ¡Despertad! 8 de agosto de 1990

Alumno: Christian Felipe Mostacero Tafur
Grado y sección: 5 “C”
Colegio: “La Libertad”
Docente asesora: Verónica Cabrera Flores