"El libro hay que leerlo, yo no puedo hablar de él; el contenido de la publicación es el resultado de mi experiencia personal", refirió Reynoso.
Indicó que por el momento no sabe qué proyectos emprenderá en el futuro, aunque reconoció que hay un resurgimiento interesante de la literatura en provincias. En uno de sus comentario confesó ser seguidor de la filosofía taoísta.
Entre los narraciones breves publicadas en su libro figuran: Obertura, Mollendo, Pucallpa, San Pedro de Lloc, San Felipe, La Unión, Lima, Huanchaco, Cusco, Puno-Tacna, y Coda.
Orlando Mazayra Guillén, amigo y discípulo de Reynoso, escribió en el libro del autor siguiendo los derroteros de su maestro Thomas Mann, que se ha valido de su desbordante imaginación sensorial para pensar la muerte a través de la plácida y edificante "contemplación mística sensual de los rostros: el verdadero paisaje de mi país".
No obstante, sostiene que morir con "todas las de la ley" precisa de una cosa: vivir, y que el autor de estos relatos ha vivido intensamente.
Comenta que la vida se presenta en este libro como una aventura, el riesgo como una irresistible tentación, y el infierno como una delicia. Hace referencia a que la Patria no es más que el rostro de la gente que uno ama, la armonía y la salud que puedes recobrar abrazando un árbol en China.
Explica que el autor de este libro es hedonista y rebelde, sensible y marginal, siempre nadando contra la corriente, dando cuenta de su propia concepción de la belleza y de escenas de una vida en provincias.
Por su parte, el exdirector de Cultura de Junín Sergio Castillo Falcón, poeta y escritor huancaíno, dijo que el libro es una reflexión filosófica y ontológica, y como escritor coge el lenguaje de un hombre cotidiano y lo universaliza para hacerlo más entendible.
"Muestra un Perú latente, efervescente y que desborda con su lenguaje usual; es un símbolo porque se presenta en el valle del Mantaro y va a desbordar agua limpia y diferente, para que Lima se limpie la cara de sus prejuicios, y el ánimo para aceptar la cultura provinciana, del pueblo más sencillo que ahora se ha universalizado”.
Reynoso, nació en Arequipa en 1931 y es uno de los más destacados escritores contemporáneos de Perú, titulado en lengua y literatura. En 1966 aparece su primera novela “En octubre no hay milagros”, luego siguieron "El escarabajo y el hombre" (novela, 1970), "En busca de Aladino" (relatos breves, 1993), "Los eunucos inmortales" (1995), "El goce de la piel" (2005) y "Las tres estaciones" (2006).