Especial: Los 80 y 90: las décadas del terror

terrorismo campesinos1Una reseña necesaria de lo que significaron SL y el MRTA

Chimbotenlinea.com (Fuente: Cecopros).- Apagones, toques de queda, coches bomba, pintas, desapariciones forzadas, atentados a autoridades, masacres de pueblos enteros y miedo, mucho miedo. Así es como vivían los peruanos en los años 80 y 90, como consecuencia del demencial accionar de Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), grupos de asesinos que se decían revolucionarios e intentaban alcanzar el poder mediante el terror y la violencia. (Fotos Internet)

El primero en aparecer fue SL, facción del Partido Comunista del Perú liderada por Abimael Guzmán Reynoso, que inició su lucha armada el 17 de mayo de 1980 quemando ánforas en el pueblo ayacuchano Chuschi, en la víspera de las elecciones generales. Desde ese día, este grupo terrorista  fue responsable de por lo menos 30 mil muertes, en su mayoría campesinos pobres. Un ejemplo de esto es lo que sucedió en Lucanamarca donde en 1983 asesinó a machetazos y hachazos a casi todo ese pueblo, incluidos niños y madres gestantes.

El otro grupo terrorista, el MRTA, inició sus acciones el 22 de enero de 1984 con el asalto a un puesto policial en Villa El Salvador, Lima. Su líder era Víctor Polay Campos y aunque decían diferenciarse de SL, al no atacar a las poblaciones pobres, también hicieron uso de la violencia, mediante atentados y secuestros a policías y autoridades.

El caso más emblemático de esto último fue la toma de la residencia del embajador del Japón el 17 de diciembre de 1996, acto que fue disuelto el 22 de abril del año siguiente con 17 muertes: un rehén, dos oficiales y 14 terroristas.

terrorismo artemioLa guerra de estas dos organizaciones del terror contra el Perú dejó el saldo lacerante de más 69 mil muertos, de los cuales estos grupos fueron responsables del 55.5%, de acuerdo al informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Entre sus víctimas figuran: policías, militares, alcaldes, regidores, dirigentes de barrio, sindicalistas, profesores universitarios, ingenieros, ecologistas, mineros, campesinos y cualquiera que se opusiera a su locura por el poder.

En Chimbote, si bien la llamada “guerra popular” no fue tan cruenta como en Ayacucho y otros departamentos de la sierra central, así como en Lima en los años 90, el terrorismo en nuestro puerto hizo sentir su presencia mediante pintas, bombas a entidades bancarias, incursiones a medios de comunicación y sobre todo ataques directos a integrantes de la Iglesia.

En julio de 1991 SL intentó asesinar al sacerdote Miguel Company, aunque fallaron, le dejaron herido gravemente. El 9 de agosto de ese mismo año, un grupo de senderistas asesinó a los sacerdotes franciscanos polacos Michel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, en Pariacoto.

El 25 del mismo mes, el padre Alessandro Dordi, misionero italiano, fue asesinado en Santa. Años antes ya habían detonado explosivos en el local de Cincos y lanzando amenazas contra su director fray Héctor Herrera, quien fue enviado a otra diócesis para salvaguardar su vida.

SL fue apagando su llama asesina a partir de 1992 cuando es capturado Abimael Guzmán. Los atentados fueron disminuyendo y finalmente los senderistas se vieron obligados a vivir escondidos en la selva central, donde hasta ahora sobreviven como guardaespaldas de los narcotraficantes.

Ahora que ya se capturó al camarada Artemio, se espera que por fin desaparezca. El MRTA hace muchos años que ya no tiene actividad, tras la derrota en la embajada japonesa. Sus principales líderes están presos o muertos.

Quienes han vivido esos años de terror, hoy se indignan con la pretensión de SL de ingresar a la vida política democrática a través del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), un grupo de fachada que casi consigue su inscripción en la lista depadresandro partidos políticos del país.

Al igual que en sus inicios, ahora este grupo sorprende a los jóvenes universitarios que desconocen la historia del Perú y los seducen con promesas de reivindicación de las clases oprimidas. Hablan de reconciliación, pero se resisten a pedir perdón por los crímenes que cometieron. Todos debemos evitar que los nuevos peruanos no caigan en ese engaño.

Tal vez ellos y nosotros deberíamos recordar las palabras del Papa Juan Pablo II en Ayacucho en su visita al Perú en 1985: “¡El mal nunca es camino hacia el bien!”.

(Por Jorge Luis Curibanco Ramírez)

MAS DATOS ACERCA DEL TEMA:

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http://www.tvperu.gob.pe/noticias/politica/politica/30999-para-que-no-se-repita-el-perfil-de-abimael-guzman.html

http://www.youtube.com/watch?v=zaHWLC9ksAY&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=sMnSCGQ29Sw&feature=related

http://www.dailymotion.com/video/xab7oo_napa-informe-final-de-la-comision-d_news

http://derechos.org/nizkor/peru/libros/cv/con.html

http://www.paraquenoserepita.org.pe/index.php