Chimbote en Línea.- Un grupo de comerciantes informales de la zona conocida como “La  Cachina” se apostaron en el frontis de la Municipalidad Provincial del Santa para pedir a la alcaldesa Victoria Espinoza García que les otorgue un permiso al menos dos horas de venta al día o los fines de semana y así poder llevar el sustento para sus hogares.

Provistos de carteles, los ambulantes suplicaron a las autoridades municipales que los dejen trabajar, ya que muchos de ellos son madres solteras y mayores que sobreviven de este negocio de ropa y artefactos de segunda mano en plena vía pública.

"Estamos pidiendo que por favor nos den dos horas de venta en La Cachina. Somos madres de familia y no tenemos cómo solventar los gastos de la casa. Eso queremos que nos entiendan, además tenemos mercadería estancada que es nuestra capital”, aseveró, una de las vendedoras, María Acosta Pinedo.

Los quejosos exigieron a los funcionarios ediles que por lo menos les habiliten un espacio para que ellos organicen una feria y puedan ofrecer sus productos usados. Las mujeres lamentaron que los hayan retirado del lugar, sabiendo que por la situación en la que atraviesa la región no hay puestos de trabajo.

Como se recuerda el fin de semana pasado, la gerencia de Desarrollo Económico Local de la comuna provincial, la Segunda Fiscalía de Prevención del Delito, así como de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía Nacional, Serenazgo y Policía Municipal impidieron que los informales ingresen a esta zona ubicada en las dos primeras cuadras de la avenida Bueno Aires. Ellos se apostaron por años alterando el tránsito vehicular y la tranquilidad de los vecinos.

(Texto y foto: Milton Palpa)