Maretazos atemorizan a pescadores de playas El Dorado, Vesique y Anconcillo

Chimbotenlinea.com (Por: Cintia Cabrera).- Los estragos del fuerte sismo de 7,7 grados de magnitud que sacudió ayer a la costa este de Rusia y el norte de Japón, provocó repercusiones en el litoral peruano afectando a la zona costera de Chimbote y Nuevo Chimbote, al observarse el retiro del mar por varias horas y luego fuertes oleajes que llegaron hasta la playa, atemorizando a los pescadores.

(Fotos Cintia Cabrera)

A 24 horas del simulacro de Sismo Nocturno sin repercusión en Tsunami, programado para mañana a las 9 p.m. la naturaleza ataca el litoral y atemoriza a sus habitantes.

No se hizo esperar el fuerte oleaje al promediar las 10 de la mañana en el litoral peruano a la altura del distrito de Nuevo Chimbote, donde el mar llegó a salir se a 500 metros afectando a los pescadores y maricultores de la playa El Dorado. Aproximadamente más de 500 de estos hombres de mar, corrieron de la zona al advertir que la playa se salía con fuerza inundando  varios metros de la playa como nunca antes ocurrió.

“Por lo menos somos 300 pescadores, con buzos, cordeleros y maricultores seremos más de 500 los afectados, nosotros vinimos porque nos avisaron que nuestras embarcaciones  se las llevaba el mar, hay otras que están más al fondo. Mañana tendremos que venir a ver cómo están las embarcaciones porque ahorita el puerto está cerrado. Acá también necesitamos el muelle y la construcción de la pista”, informó Fernando López Coral.

Esta situación no sólo es de temer para estos pescadores sino para sus familias, ya que este fenómeno natural afecta el ingreso diario. Más de 300 embarcaciones que dejaron de trabajar perdieron miles de soles. “Las repercusiones del terremoto nos afectan a nosotros también, peor ahora que hay temporada de Calamar, diario sacamos 300 soles en grupo, cada uno gana 50 soles. Ahorita hay una pérdida de miles de soles, cada embarcación saca más de 300 soles”, agregó.

TEMOR EN EL DORADO
En la playa El Dorado, nadie trabajó hoy, el agua salió varios metros y ocasionó que los vehículos de transporte se atasquen en agua y arena.

Siguiendo el recorrido, en la playa Anconcillo se observó una franja de arena entre el mar y el agua empozada que salió en horas de la mañana producto de la furia del fuerte oleaje. La entrada a la playa Vesique demuestra la intensidad de las aguas movidas.

En sus rocas y peñascos revienta cada ola que hace temer consecuencias peores. Atahualpa también presenta un mar bravío y nada parece aminorar esta corriente.

Un “cortinero” que yacía frente a la playa Anconcillo informó que en horas de la tarde terminó de reubicarse pues en la mañana el oleaje provocó la salida del mar y trajo consigo una laguna la cual tuvo que atravesar para terminar de recuperar sus bollas.

Los hombres de mar han abandonado el territorio ante la braveza de la naturaleza y ellos temen que esto empeore en el anochecer.