Según el estudio, las características del adicto son la ausencia de relaciones interpersonales físicas, relegando toda socialización a los medios electrónicos; y una inquietud patológica a estar sin celular ("sentirse desnudo" o "desprotegido" sin él), para lo que se ha acuñado un término nuevo: la nomofobia, el miedo a la carencia de teléfono móvil.
Además, los adictos reportan dolor en los pulgares, por el continuo movimiento que soportan los dedos durante las diversas horas de actividad en los videojuegos.
"Esta adicción canaliza la soledad e inseguridad a un aparato", afirmó el psicólogo.
"Hay quien afirma no poder dormir sin tener el teléfono con batería, por si le llega algún mensaje".
Arnao afirmó que la próxima generación consumirá menos televisión, radio y prensa, en beneficio de medios más interactivos.
"Las nuevas tecnologías nos permiten sentirnos protagonistas, con control sobre qué información consumimos", añadió. (tomado de La República)