Chimbotenlinea.com (Redacción Central).- El Colectivo Civil por la Libertad de Prensa en Áncash, integrado por periodistas y medios de comunicación de la provincia del Santa, presentó esta tarde un pronunciamiento condenando el atentado contra la vida del periodista casmeño, Pedro Flores Silva, quien fuera acribillado la noche del martes 6 de setiembre por un grupo de presuntos sicarios, quienes le dispararon a quemarropa cuando retornaba a su hogar, luego de cubrir una sesión de concejo en el Municipio de Casma.
A continuación el tenor del pronunciamiento:
PRONUNCIAMIENTO
El Colectivo Civil por la Libertad de Prensa en Áncash, integrado por periodistas y medios de comunicación de la provincia del Santa, condena el atentado contra la vida del periodista de la provincia de Casma, Pedro Flores Silva, ocurrido la noche del martes 6 de setiembre de 2011 cuando se dirigía a su domicilio a bordo de su moto, y que acarreó su muerte la madrugada de hoy, jueves 8 de setiembre, en el Hospital Regional de Nuevo Chimbote producto del impacto de una bala disparada por un sicario.
Se trata, sin duda, del asesinato cobarde de un periodista a cuya familia expresamos nuestras más sinceras condolencias, y hacemos votos para que encuentren justicia y paz interior.
El crimen de Pedro Flores pone en evidencia, una vez más, el alto grado de inseguridad que existe en Áncash, en general, y en Casma, en particular, y las escasas garantías que tienen los hombres de prensa para ejercer su labor.
Es necesario advertir que para los periodistas de nuestra región se ha convertido en un verdadero desafío ejercer la función de fiscalizar a quienes detentan el poder político e informar de los resultados a la opinión pública sin el temor de poner en riesgo la integridad física y hasta la vida, como lo prueba este trágico suceso, pues existe gente interesada en acallar sus voces.
Los comunicadores no son dueños de la verdad, pero aspiran firmemente a encontrarla. En ese sentido, su labor es, ciertamente, perfectible. Por ello es importante recordar que cualquier ciudadano o autoridad, afectados por alguna información periodística inexacta, tienen el camino expedito para exigir una rectificación o, en última instancia, recurrir al Poder Judicial para hacer valer sus derechos.
Sin embargo, quienes optan por la vía del atentado lo hacen porque tienen algo que esconder y, consecuentemente, son delincuentes camuflados entre las autoridades o entre los ciudadanos de bien, a quienes hay que desenmascarar.
Por ello urge que las autoridades de los órganos competentes (Policía Nacional, Ministerio Público y Poder Judicial) realicen con verdadera diligencia una investigación exhaustiva y rigurosa que concluya con la identificación de los autores materiales e intelectuales de este crimen, y la sanción correspondiente de acuerdo a ley, pues lo contrario solo alimentará la preocupación creciente por el clima de inestabilidad.
Finalmente, es importante señalar que este atentado contra la vida, la libertad de expresión y el libre ejercicio de la profesión periodística es también un atentado contra el derecho de los ciudadanos a tener una prensa libre –con todos sus bemoles– que desarrolle su labor en función de los intereses de una opinión pública a la que hay que seguir fortaleciendo.
COMITÉ DIRECTIVO