Escúchame cuando te hablo (Mamá)

(Por: Renato Cisneros) Levántate, manganzón. No seas ocioso. Gánale al día. No te vayas sin tomar desayuno. Te falta vitamina C. ¿No tienes frío? Ponte tu casaquita. ¿Otra vez el mismo polo? Qué barbaridad. ¡Despídete bien! Entras, sales y no saludas. ¡Esto no es pensión! ¡Eres un Juan de la Calle: todo para los amigos, nada para la casa! Límpiate los pies. Sácate los zapatos. No toques la pared. No manches la alfombra.
¿Quién ha dejado la terma prendida? Lávate las manos antes de comer. Cierra bien el caño. ¿Ya rezaste? Hice Causa pensando en ti. Come y calla. No hables con la boca llena. Siéntate derecho. Almuerza, hijito, estás muy flaco. Nada terminas, nada acabas.

¡Por qué serás tan Cagafuego! ¡Anda saluda a tus tías! ¡Paras encerrado en tu cuarto: eres un hongo! ¡No sabe ni limpiarse el poto pero hay que ver cómo me contesta! A mí nadie me hace caso. Me tratan como al perro. Soy la última rueda del coche. Cuando ya no esté, ahí se van a acordar de mí. ¡Qué me muera yo!

Te conozco, mosco. ¡Inútil! Me tienes harta. Me revienta. Púchica. Fó. Achachaú. ¿Viste que cambié los muebles? No me tomes fotos tan de cerca. ¿Sabes cuánto gasté este mes? Mira siempre a los ojos, camina erguido, da la mano con seguridad.

Nunca dudes. Ten paciencia, yo sé lo que te digo. ¿Cuándo te ha aconsejado mal tu madre? Ay, papashito. Me parte el alma verte así. ¿Cuándo te vas a casar? Tienes que darme un nieto, tienes que formar una familia. Si te veré. Si llegaré. Mi único sueño es regresar a París. No quiero que lloren en mi velorio.

No tomes tanto, hijo. ¡Qué tal tufo! Pobre hígado. Maneja con cuidado. Llámame cuando llegues. Abrígate. Acuéstate temprano. Desenchufa. Apaga la luz. Cierra la cortina. ¿Quieres que te lleve fruta?

Que Dios te acompañe y la Virgen te bendiga. Hasta mañana, cholito de mi corazón. Déjame darte un beso. Te adoro. Si tu papá estuviera vivo, estaría orgulloso de ti. Tú y tus hermanos son lo mejor que me ha pasado.