Mientras la delegación del José Gálvez viajaba a Tarapoto el viernes pasado para el choque ante Unión Comercio, dos dirigentes estuvieron a punto de darle un golpe de estado a su presidente Sandro Bazán. El gerente deportivo Miguel Koo Chía recibió la alerta y de inmediato le comunicó para que se tomen acciones y frustren que el club de todos los chimbotanos sea tomado por asalto. (Texto y foto Lindberg Cruzado)