
“Necesitamos un signo visible en el lugar de Huacacorral para recordar que hechos crueles como éste no se deben volver a repetir. Nadie tiene el derecho a quitar la vida a nadie, mucho menos si son acusados de delitos que no cometieron, o que supuestamente cometieron”, dijo Monseñor Cabrejos.
La reunión terminó con una oración conjunta, en el día que se celebra la Fiesta de Santo Domingo, en la que el Presidente de la Conferencia Episcopal recordó a los familiares que los 9 campesinos se encuentran gozando de la presencia de Dios; y ellos pueden ser intermediarios de sus plegarias.
“Dios es misericordioso y justo” señaló y manifestó que espera también que el Estadio atienda el justo pedido de los familiares afectados a ser sepultados como todo ser humano se merece y recibir las reparaciones del caso.