Por Oscar Chávez Pariona
Esta parece ser una historia de libertades plagadas de odios, vanidades y censuras. Erase una vez un pueblo muy, muy, pobre, que un buen día recibió una bolsa enorme de oro, llamada Canon. Desde ese día sus hermanos sintieron ambición, y cuando esa ambición se acrecentó se convirtió en Codicia. Y cuando esa codicia se fusionó con el Poder político se conformó la Gran Corte Regional.
En un principio, el presidente de la Gran Corte Regional, prometió que para salvaguardar la ‘Bolsa de Oro llamada Canon’ revisaría cada obra, cada presupuesto, cada Inversión. ¡Ay!, si descubro que se han tirado el dinero de mi pueblo, no me temblará la mano para denunciar a quien sea.
Desde el momento que hice el juramento como presidente de mi región, he dejado de tener madre, esposa e hijos. A todos los funcionarios públicos a los cuales se les demuestre que usaron los dineros del erario nacional para su provecho propio hay que sacarlos a la plaza de armas y darles de azotes a poto calato (enero 2007-Diario La Industria).
“Díganme lo que quieran pero jamás me digan ladrón”. Eso pedía a gritos, el presidente de la Gran Corte. Pero, unos años después, sus discursos altisonantes, irreverentes, se han convertido en malagüeras campanadas.
Y, cuando, los ecos periodísticos le repiten objetivamente las voces que pregonan el pútrido olor a corrupción; el presidente de la Gran Corte Regional, vuelve al prosaico lenguaje agresor. Cuando siente que no se sigue su orden prepotente, acusa de ser desventajosamente tratado, acude a su grueso pelotón amarillistamente uniformado.
Hay una prensa que recibe información, la procesa, la contrasta, verifica y publica. Toma las fuentes de todos los ángulos periodísticos posibles. Emite los datos hacia el público. Y eso es lo permitido; pero para los Bufones de la Gran Corte regional, eso no debe ser así.
A la información hay que ‘retocarla’ si se dice algo malo del presidente de la Gran Corte. El no hacerlo es una ofensa para Chimbote, si no se ‘decora’ a favor del presidente de la Gran Corte, entonces los periodistas y sus medios de comunicación son ‘maleteros’; pues, así es como lo hace un buen Bufón de la Gran Corte. Porque no importa que la ‘Prensa Comando’ se comporte como un kit de bobalicones, si a cambio van a tener la gracia y los apoyos dinerarios del presidente de la Gran Corte.
Los ‘periodistas’ que se ha juntado en un ente llamado ‘Colectivo’ son solo un grupito de ‘Hipócritas’ repitió más de 10 veces en su programa de TV, en un monólogo histérico y, además, expresó sus opiniones a las cuales tildaba de ‘verdades’, el periodista Nelson Vásquez Baca. Jamás me pude haber imaginado que un dizque periodista podía decir tantos disparates e infundios en un solo programa, en un solo día y en el mismo canal.
Sus virulentos comentarios, uno más enrevesado que el otro, provenían de la bilis rubicunda que se había apelmazado en la médula, su poca claridad de argumentación caía en el vacío de su falta de sinceridad, confundió hechos, cambió escenarios y coyunturas; pero, lo peor es que no se dio jamás cuenta que el ‘Pronunciamiento del Colectivo de Prensa’ en ninguna de sus líneas insultaba a su ‘Bien Amado’ presidente de la Gran Corte.
No se le enrostraba culpa alguna en obras fraudulentas, licitaciones plagadas de artimañas, ni favoritismos sospechosos con empresa Contratistas. Vásquez Baca estaba tan absorto en su papel de Bufón de la Ilusoria Gran Corte, que atinaba a dar golpes en un cuarto oscuro, con la esperanza, tal vez, de atinarle a alguna sombra que le dé asidero a sus enunciados. Falló absolutamente en todo. No, Nelson, nadie se acuerda que antes de ser Cesarista eras un leal ‘Tintinero’.
Nelson Vásquez llama ‘Hipócritas’ a los periodistas que nunca han usado sus programas radiales o de TV para insultarlo por defender a su reciente ‘benefactor personal’ el presidente de la Gran Corte. No he visto un artículo periodístico impreso que muestre a Nelson Vásquez como un improvisado politiquero enmascarado, ni que se someta a los intereses de un canal de TV, y que recibe las directivas a seguir en su programa desde una casita de la Urbanización La Caleta, y que antes se repartían los ‘guiones’ desde el cuarto piso de un edificio frente a la Plaza de Armas, a donde se le veía llegar con bastante disciplina.
Pero, que no olvide Nelson Vásquez, que los ‘Hipócritas’ periodistas que ahora él señala, no se fueron de viajecito a Brasil de la mano con el presidente de la Gran Corte, y que después de ver el maravilloso paisaje de Río y el Pan de Azúcar, vino transformado en un inefable Bufón del presidente de la Gran Corte.
No, Nelson tú no eres Hipócrita, sólo que jamás has movido un dedo para realizar una investigación a todos los procesos (ejecución de Obras) que denuncian los mismos pobladores de este Chimbote que tú dices amar. Los periodistas ‘hipócritas’ somos los que recibimos esas informaciones y luego de confirmarlas las publicamos.
No, Nelson, tu no eres ‘Hipócrita’ sólo que has abdicado de tu espíritu crítico, y lo que haces en tu programa de TV es un Ensayo de la Sobonería. No, Nelson, tú no eres Hipócrita, sólo que en tu programa de TV lo que más ausencia tiene es la objetividad, la independencia y el pluralismo.
No, Nelson, Tú no eres Hipócrita, sólo que de un tiempo a esta parte te debe haber salido un prominente callosidad en la cintura de tanta reverencia hacia tu SemiDios que hoy ocupa la presidencia de la Gran Corte.
A mí no me consta que el presidente de la Gran Corte sea parte de una confabulación creada para dilapidar los dineros de todos los ancashinos, pero si tuviera una sola e irrefutable prueba la expondría en algún medio de comunicación, porque es un deber moral. A mí no me consta que el presidente de la Gran Corte sea quien comanda una horda de saqueadores y miserables que asaltan a mansalva los erarios de nuestra región, pero si en mis manos estuviera una prueba de que eso es así no demoraría un segundo en difundir tan infausta realidad. Lo haría.
Pero, en ti, Nelson, esa información no sé qué destino tendría, porque en tu forma de ver las cosas, sólo los ‘Hipócritas’ serían capaces de ‘tumbarse’ al presidente de la Gran Corte. Mientras que tú exiges, a modo de excusa de tontos, investigar al Obispo de nuestra ciudad; tú exiges investigar a un Rector, pero con esa misma razón exígenos con más ahínco investigar al presidente de la Gran Corte, y cualquier funcionario de gobierno, todos no sólo deben ser investigados, sino que deben ser transparentes en su gestión de por sí.
Nelson, tú no eres Hipócrita. Dios quiera que, en periodismo, hasta tú sepas qué eres.