La muerte de Nolasco: Lo "chuponearon" y policía ya tiene sospechosos del crimen

Chimbote en Línea (Informe Diario La República) Sobre el crimen del ex consejero Ezequiel Nolasco, que ha conmocionado a la región Áncash, un informe difundido hoy en el portal del Diario La República, se afirma que la Policía sospecha de las personas a quienes la víctima acusó de estar vinculadas con los sicarios que lo intentaron matar en el 2010, Jorge Luis Burgos y José Luis Carmen. A ellos se les atribuye trabajar como asesores del presidente de la región Áncash, César Álvarez. Aquí el informe de investigación de María Elena Hidalgo:

Ezequiel Nolasco Campos salió de Lima con dirección a Chimbote, donde había previsto encontrarse con un informante del gobierno regional de Áncash que le había prometido entregarle documentos clave sobre el intento de asesinato que sufrió el 20 de julio del 2010. En el trayecto, Nolasco se comunicó permanentemente por teléfono móvil con la persona que le ofreció información que le serviría al ex consejero regional para sustentar la apelación que había presentado ante la Corte Suprema contra la absolución de los sicarios que durante el atentado asesinaron a su hijo político, Roberto Torres Blas. Los contactos telefónicos continuaron hasta que Nolasco decidió parar en un restorán de Huacho, donde lo mataron.

Para la Policía, las comunicaciones telefónicas de Ezequiel Nolasco fueron "chuponeadas" por una organización criminal que despachó a dos sicarios en motocicleta hasta el lugar exacto donde se encontraba la víctima. 

De acuerdo con fuentes policiales relacionadas con la investigación del homicidio, el teléfono de número 944911256, de propiedad de Ezequiel Nolasco, estuvo todo el tiempo interceptado por sus enemigos.

"Seguían sus movimientos, identificaban a sus contactos, se enteraban de sus avances en la investigación del intento de asesinato en su contra y de la muerte de su hijastro en el 2010", explicaron las fuentes. "Con esa modalidad es que se enteraron dónde se encontraría en Huacho y con quiénes. Aprovecharon el momento y lo mataron", dijeron las fuentes.

Supuestamente, el informante con el que se iba a encontrar Ezequiel Nolasco le iba a entregar evidencias de la relación del presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, con el atentado del que fue víctima el 20 de julio del 2010. Y también con el presunto equipo de interceptación telefónica, conocida como "La Centralita", instalada en un local partidario de Álvarez, "Cuenta Conmigo".

LOS MISMOS PERSONAJES

César Álvarez ha negado públicamente cualquier vínculo con el homicidio de Nolasco. Sin embargo, durante las indagaciones policiales se han encontrado numerosos indicios sobre la relación de personas del entorno de Álvarez con los ataques a Ezequiel Nolasco.

El 31 de julio del 2013, Nolasco denunció ante la Fiscalía de Chimbote a José Luis Carmen, señalado como asesor de César Álvarez, al comprobar la Policía su vinculación con los sicarios que pretendieron matarlo. Al levantarse el secreto de las comunicaciones de Carmen, se descubrió que hizo 170 llamadas al teléfono de Rubén Moreno Olivo, "Goro", uno de los sicarios del atentado del 20 de julio del 2010.

Las comunicaciones se produjeron incluso durante el desarrollo del ataque. Carmen también se enlazó con el funcionario de la región Áncash Luis Arroyo Rojas, y este con el criminal "Goro". Todos estaban relacionados. Pero la denuncia de Nolasco no prosperó. El ímpetu de Ezequiel Nolasco por buscar justicia le granjeó más enemigos.

El 25 de julio del 2013, logró que la Cuarta Fiscalía Provincial de El Santa iniciara una investigación preparatoria con fines de enjuiciamiento a otro presunto asesor del presidente regional César Álvarez, Jorge Luis Burgos. Nolasco, con la ayuda de la Policía, detectó que los mensajes con amenazas de muerte que recibía en su teléfono móvil provenían de números de Burgos.

La Policía sospecha de las personas a quienes la víctima acusó de estar vinculadas con los sicarios que lo intentaron matar en el 2010, Jorge Luis Burgos y José Luis Carmen. A ellos se les atribuye trabajar como asesores del presidente de la región Áncash, César Álvarez.

AMENAZAS CUMPLIDAS

Los mensajes decían: "Sigue jodiendo y matamos a tus hijos de verdad"; "Conchatumadre, la próxima te mandamos a la cárcel y ahí te mataremos como perro"; "Vas a morir como perro, desgraciado", "Te gusta mucho la prensa perro, vas a declarar en el infierno, miserable".

Para las autoridades no queda ninguna duda de que los autores estaban mortificados por el esfuerzo desplegado por Ezequiel Nolasco para que se sancionara judicialmente a los sicarios, a los supuestos promotores del ataque del que fue víctima, a los que señala como relacionados con el gobierno regional de Áncash.

Estaban identificados plenamente. Según la resolución fiscal, se le atribuyeron los mensajes amenazantes salidos desde los teléfonos de propiedad de Jorge Luis Burgos y Rosa Mego Pérez, quien también manejó el número de este. En su defensa, Burgos alegó que el teléfono se le había perdido y Mego argumentó que encontró el chip, y como encontró un saldo de 20 soles, lo usó, y negó relación con el gobierno regional.

Antes que el Ministerio Público concluyera la investigación de este caso, que notoriamente demostraba que Ezequiel Nolasco estaba con los días contados, la organización criminal cumplió con su amenaza de liquidar al ex director regional.

Si la Fiscalía encuentra algo –si es que encuentra algo, en realidad–, será demasiado tarde. Para Marco Sánchez Ponte, abogado y amigo del ex consejero regional, quien estuvo presente el día del homicidio, el atentado guarda las mismas características que Nolasco sufrió el 20 de julio del 2010.

“Yo soy el abogado de Ezequiel Nolasco desde el 2010 por el atentado en el que lo hirieron a él e hirieron a su hijo. Puedo decir con total certeza que se trata de la misma maquinaria. Es el mismo modus operandi. No me queda ninguna duda", señaló Marco Sánchez.

SEGUIMIENTO MORTAL

El letrado argumentó por qué los autores del ataque del 20 de julio del 2010 y del 14 de marzo de este año pertenecerían a la misma organización criminal. El abogado es un convencido, como la policía de Huacho y Chimbote, que investiga el caso, que Nolasco fue "chuponeado" antes de ser ejecutado.

"Aquella vez solo lograron matar a su hijo, pero pasó lo mismo que ahora: lo "chuponearon" y lo siguieron. Estoy convencido de que nos han seguido desde que salimos hacia Lima. No hay otra", dijo Marco Sánchez.

NADA ES CASUAL

También afirmó que existe una relación de causa y efecto entre el anuncio de la candidatura de Ezequiel Nolasco al gobierno regional de Áncash y el ataque que terminó con su vida. El día de su muerte, a las tres de la tarde, aproximadamente, Ezequiel Nolasco recibió la llamada del secretario nacional de Unión por el Perú (UPP), José Vega Antonio, quien le confirmó su candidatura a la presidencia regional por UPP. El precandidato contendor había desistido por falta de recursos y Nolasco quedaba con la vía libre para postular.

"Mediante el 'chuponeo' se han enterado que Nolasco sería candidato a la región porque él llamó a los compañeros de Chimbote para confirmar su lanzamiento. Después de esa llamada telefónica, nos dice para cenar como a las seis de la tarde en Huacho. A los 20 minutos, lo mataron. Nos habían 'reglado' y 'chuponeado'. No hay otra", afirmó Marco Sánchez. Al abogado Marco Sánchez se le cuestionó haber huido de la escena del crimen, abandonando el cuerpo de su amigo Ezequiel Nolasco. Dijo que su decisión se debió al temor de que lo mataran.

 

 

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