Chimbote en Línea.- El ex procurador anticorrupción, Iván Montoya, señaló como responsable de la corrupción, acentuada considerablemente en los últimos años, a la poca estabilidad de los funcionarios regionales y locales en la administración pública.
"Más allá de explicaciones históricas, sociales y culturales, la estructura de los gobiernos locales y regionales, también favorece a la corrupción porque está basada en una relación de funcionarios que no tienen mayor estabilidad y vinculación formal con la entidad", indicó.
Ello permite, dijo, que exista un número importante de funcionarios que ingresan con la nueva administración, entran directamente a una red de amiguismo y favores que alienta la corrupción.
Asimismo, advirtió que hay una ausencia de controles internos que tiene ver con el diseño de los sistemas cómo están conformados los gobiernos locales y regionales.
“Este sistema de repartición, donde que basta ganar con cualquier porcentaje para tener una absoluta mayoría dentro del consejo regional, es una cosa que debilita el control interno”, subrayó.
Indicó que los sistemas de control externo “absolutamente debilitados” favorecieron la aparición de redes de corrupción como los casos de la región Áncash y la Municipalidad de Chiclayo.
Señaló que la Contraloría General de la República sí tiene diseñado un sistema de control regional, pero está debilitado por falta de operatividad, y las Oficinas de Control Interno (OCI) al interior del país dependen económicamente de las planillas de los gobiernos regionales y locales.
“Eso tiene que cambiar y fortalecerse para evitar pasar de esas redes de corrupción a la criminalidad violenta porque tienen que empezar a tapar los casos que ya han crecido y se tapan con actos de amenaza, secuestro, muerte, y la espiral no para”, puntualizó. (Andina)
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