Chimbote en Línea.- A pesar de los obstáculos presentados a lo largo de los 10 años en los que se viene preparando este acontecimiento, Boeing ya se encuentra preparado para lanzar su primera nave espacial, Starliner. El 6 de mayo estaba previsto el lanzamiento, pero se postergó para no antes del 17 de mayo.
El vuelo de prueba se iba a realizar el 6 de mayo a las 9:34 p.m. (hora peruana) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. La transmisión de la NASA comenzó a las 5:30 p.m. pero luego de tres horas se confirmó la postergación del lanzamiento.
En un comunicado por Twitter (ahora X), se dio a conocer que la postergación se realiza por "seguridad del vuelo y la tripulación" debido a la "observación en una válvula de alivio de solenoide autorreguladora de oxígeno líquido". El equipo necesitará más tiempo para completar la evaluación del lanzador.
El 8 de mayo, a dos días de la nueva fecha, la NASA dio a conocer que se postergó el lanzamiento para el 17 de mayo a las 5:16 p.m. (hora peruana).
Debido a los retrasos en el desarrollo y los problemas en los vuelos de prueba, fue SpaceX quien se convirtió en el proveedor de transporte para los astronautas, gracias a la iniciativa de vuelos comerciales de la NASA, con la que empresas privadas pueden presentarle a la agencia espacial estadounidenses sus propias astronaves para que puedan ser usadas en misiones oficiales. Sin embargo ahora, Boeing vuelve a entrar en competencia con Starliner.
Son dos los astronautas que harán historia al convertirse en los primeros tripulantes a bordo del Starliner, que tiene como objetivo llevar y traer astronautas de la Estación Espacial Internacional. Este vuelo de prueba se encargará de asegurar el correcto funcionamiento de los aterrizajes, del cohete, de la nave en sí y de sus sistemas, para luego regresar con los astronautas a bordo una semana después.
Butch Wilmore y Suni Williams manejarán el Starliner, el cual estará a bordo del cohete Atlas V de ULA (United Launch Alliance). Al regresar, los astronautas usarán paracaídas en un aterrizaje asistido, aproximadamente al occidente de los Estados Unidos.
Este es el segundo vuelo de Boeing a la Estación Espacial Internacional y el tercer vuelo de prueba del Starliner (esta vez, tripulado), seguido de un vuelo de prueba por la órbita. La nave cuenta con un diámetro de 4.56 metros, puede llevar hasta cuatro astronautas o dos miembros de tripulación y carga de cualquier tipo.
¿Qué es la nave espacial Starliner?
Luego de su lanzamiento y de la separación del cohete Atlas V, Starliner encenderá el motor, con el fin de colocarse en órbita durante aproximadamente 24 horas hasta llegar a la estación espacial.
Durante el vuelo, la nave y la tripulación estarán realizando diversas pruebas, entre las que se incluyen aprobar el rendimiento de los trajes y el equipo de los astronautas durante el despegue, el transcurso de vuelo y durante su llegada a la estación. Asimismo, también se verificará el funcionamiento de los propulsores y de los sistemas de soporte vital que se encuentran a bordo.
El Starliner debería ser capaz de acoplarse automáticamente a la estación y el objetivo, una vez en la estación, es realizar pruebas de apertura y cierre de escotillas, configurar la nave espacial para su tiempo en la estación y transferir el equipo de emergencia a la estación. Durante su estadía, los miembros de la estación internacional también evaluarán la nave y se demostrará que puede ser utilizada como refugio en casos de emergencia.
Una vez se cumpla la semana, Wilmore y Williams volverán a abordar el Starliner y pasarán seis horas en la aeronave antes de reingresar a la atmósfera para su aterrizaje. Durante su entrada a la atmósfera, la nave comenzará a reducir su velocidad a 17,500 millas por hora y, una vez que se deseche el escudo térmico ubicado en el frente de la nave, se desplegarán cinco paracaídas que desacelerará a la nave hasta que lleguen a las coordenadas de aterrizaje, en donde les estará esperando un equipo de la NASA. (Fuente: Andina)
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