Chimbote en Línea (Cuestión de Fe) A un poco más de dos meses de su renuncia ante el Vaticano como Obispo Castrense del Perú, Monseñor Guillermo Abanto Guzmán ahora se encuentra inubicable. Anoche, un programa de televisión nacional presentó su historia: el ex Obispo Auxilar de Lima tiene una hija de dos años, con una mujer 23 años menor que él, pero se niega a reconocer la paternidad de la menor.
El caso ya se encuentra judicializado en el Tercer Juzgado de Paz letrado de Surco (Lima), ya que la madre de la pequeña denunció la negativa del Obispo de firmar a su hija. El caso fue hecho público en el programa Punto Final de Frecuencia Latina.
Según consta en la denuncia, la joven atravesaba por una serie de problemas personales, así que acudió al entonces sacerdote de la parroquia Divina Misericordia en Surco, para pedir consejo. Allí se inició la relación que terminó con el embarazo de la feligrés de profesión sicóloga.
Guillermo Abanto Guzmán es trujillano y tiene 49 años. Fue ordenado sacerdote hace 20 años y está incardinado en la Arquidiócesis de Lima; donde llegó a ser miembro del Colegio de Consultores, miembro del Consejo Presbiteral, Canciller, Vicario Episcopal del Decanato 15 y Obispo Auxiliar desde el 2009.
En octubre del 2012, el Papa Benedicto XVI lo nombra Obispo Castrense del Perú, cargo al que renunció hace unos meses y cuya decisión fue aceptada por el Papa Francisco a fines de julio del presente año. Abanto pasó entonces a ser Obispo emérito.
Fue formador del Pre-Seminario “Casa de Nazareth” y párroco en las iglesias San Norberto, San Juan María Vianney y el Señor de la Divina Misericordia en Lima. (Redacción central)
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