(Por: Nora García - CECOPROS) La proclamación del evangelio, el anuncio de Cristo, la promoción de una cultura de respeto, de diálogo, de amistad y hasta animarse a emprender una pastoral en el mundo digital, han sido los retos que han venido planteando los mensajes pontificios en el tema de las comunicaciones sociales, en el último lustro.
Somos una Iglesia que se abre a las nuevas tecnologías y hasta reconoce al Internet como “un nuevo foro para la proclamación del Evangelio" (JMCS 2002).
«Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización», es el título del mensaje de la JMCS de este año; que celebraremos el domingo 12 de mayo, en la Fiesta de Pentecostés.
En la fiesta de San Francisco de Sales (24 de enero de 2013), el Santo Padre Benedicto XVI, publicó el mensaje para celebrar la JMCS 2013; expresando su preocupación sobre el modo en el que las personas se comunican hoy entre sí y cómo las redes sociales digitales están contribuyendo a que surja una nueva «ágora», una plaza pública y abierta en la que las personas comparten ideas, informaciones, opiniones, y donde, además, nacen nuevas relaciones y formas de comunidad.
A partir de la lectura del mensaje de S.S. Benedicto XVI, presentamos extractos del mismo, destacando aspectos que nos desafían, como Iglesia y como comunidad de fe; para seguir respondiendo a la misión evangelizadora, en las nuevas “plazas públicas” de hoy.
AUTENTICIDAD
“Estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana. El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación, los contactos pueden transformarse en amistad, las conexiones pueden facilitar la comunión. Si las redes sociales están llamadas a actualizar esta gran potencialidad, las personas que participan en ellas deben esforzarse por ser auténticas.
En las redes sociales se pone de manifiesto la autenticidad de los creyentes cuando comparten la fuente profunda de su esperanza y de su alegría: la fe en el Dios rico de misericordia y de amor, revelado en Jesucristo. Este compartir consiste no solo en la expresión explícita de la fe, sino también en el testimonio, es decir, «en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él». (JMCS 2011).
COMPROMISO
“El desarrollo de las redes sociales requiere un compromiso: las personas se sienten implicadas cuando han de construir relaciones y encontrar amistades, cuando buscan respuestas a sus preguntas, o se divierten, pero también cuando se sienten estimuladas intelectualmente y comparten competencias y conocimientos. Las redes se convierten así, cada vez más, en parte del tejido de la sociedad, en cuanto que unen a las personas en virtud de estas necesidades fundamentales. Las redes sociales se alimentan, por tanto, de aspiraciones radicadas en el corazón del hombre”.
INCLUSIÓN
“Las redes sociales deben afrontar el desafío de ser verdaderamente inclusivas: de este modo, se beneficiarán de la plena participación de los creyentes que desean compartir el Mensaje de Jesús y los valores de la dignidad humana que promueven sus enseñanzas.
Las redes sociales, además de instrumento de evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano. Por ejemplo, en algunos contextos geográficos y culturales en los que los cristianos se sienten aislados…”.
JESUCRISTO
“Para quienes han acogido con corazón abierto el don de la fe, la respuesta radical a las preguntas del hombre sobre el amor, la verdad y el significado de la vida ―que están presentes en las redes sociales― se encuentra en la persona de Jesucristo.
Pero en definitiva los buenos frutos que el compartir el Evangelio puede dar, se deben más a la capacidad de la Palabra de Dios de tocar los corazones, que a cualquier esfuerzo nuestro.
Una forma especialmente significativa de dar testimonio es la voluntad de donarse a los demás mediante la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana. La presencia en las redes sociales del diálogo sobre la fe y el creer confirma la relevancia de la religión en el debate público y social.
Tratando de hacer presente el Evangelio en el ambiente digital, podemos invitar a las personas a vivir encuentros de oración o celebraciones litúrgicas en lugares concretos como iglesias o capillas. Debe de haber coherencia y unidad en la expresión de nuestra fe y en nuestro testimonio del Evangelio dentro de la realidad en la que estamos llamados a vivir, tanto si se trata de la realidad física como de la digital”. (Publicado en Emaús, mayo 2013)
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