Chimbote en Línea (Entrevista Política).- PPK debe ser de los pocos aspirantes a la presidencia que ha recibido llamadas en su auto desde la Casa Blanca. Y debe ser el único que ha presenciado cómo se le ofrecía la temida Secretaría de Estado (encargada de las relaciones internacionales de EEUU) a uno de sus amigos, mientras manejaba por las calles de Lima.
Aquello ocurrió en 1982. Kuczynski era ministro de Energía y Minas del segundo gobierno de Fernando Belaunde y se había reunido en su oficina con George Shultz, presidente de la poderosa constructora Bechtel. En medio del encuentro, la embajada de los Estados Unidos llamó al despacho de PPK para pedir que Shultz se mantuviera cerca al teléfono porque en cualquier momento recibiría "una llamada muy importante". Aquel telefonazo nunca llegó. Y como Shultz debía reunirse con el propio Belaunde, en Palacio de Gobierno, prefirió continuar con su agenda. PPK se ofreció a llevarlo.
Total, tenía un radioteléfono en su auto, un armatoste que lo mantenía comunicado siempre. La esperada llamada llegó a la altura de la avenida Circunvalación. Era Ronald Reagan; el presidente de EEUU, que le pedía a Shultz que volviera a Washington para que asumiera las funciones de Secretario de Estado, algo que el empresario aceptó. La anécdota, que Kuczynski cuenta esta mañana de jueves, en su residencia de San Isidro, muestra cómo, aun sin querer, siempre se ha mantenido ligado a Washington. Es como si no pudiera escapar de su pasaporte estadounidense, como si este documento, al que no piensa renunciar, lo persiguiera.
¿No está cansado de que en todas las entrevistas le pregunten por su salud?
Nadie me ha preguntado mucho de eso. Y yo estoy perfectamente (se ríe).
¿Y es justo pensar que usted tiene una vida solitaria? Digo, después de la campaña ya no se le ve con su familia.
No, mi señora está aquí, conmigo.
Pero sus hijos nunca están acá.
Mi hija pequeña generalmente está aquí, pero ahora se ha ido a estudiar a Estados Unidos, a un colegio bien exigente. Aquí estaba en un colegio bueno, el Markham, que es un colegio de la élite en el Perú. El de allá es un internado que se interesa en ciencia, química y biología, que son los temas que le gustan a ella. Y ella me ha dicho que quiere ser doctora. Aunque recién va a cumplir 16 años.
Usted tiene 75 años, debió tener a su última niña a los 60 años, fue un padre tardío...
Sí, pero eso mismo le pasó a mi padre. Él tenía 50 cuando yo nací, y cuando nació él, su papá también tenía 50. Mi abuelo nació en 1845. O sea que estamos hablando de unos 160 años.
¿Y es complicado ser padre después de los 50 años?
No, no. Uno tiene energía igual (En este momento, el vicepresidente de su partido, el abogado Gilbert Violeta, interrumpe a PPK y le da una ayuda: “Realmente es a los 40 cuando uno no tiene energía”).
Vamos a la coyuntura. No tiene un partido inscrito, no tiene una bancada parlamentaria y sin embargo va segundo en las encuestas de intención de voto, ¿cómo lo hace?
Bueno, no sé en qué posición estoy en las encuestas. Además que son de dos años antes de la elección. Lo que yo sí diría es que en las dos o tres encuestas importantes tengo menor resistencia que los otros posibles candidatos. Y mi tasa de aprobación anda por el 40%.
Como personaje público, no como candidato.
Sí, es que cada encuesta tiene su forma de ser. Ipsos pregunta por si la elección fuera mañana. Y Gfk pregunta por la aprobación de cada personaje. Pero yo diría que no es muy importante lo de las encuestas sino tener un grupo y un plan. El tema del partido está en las finales, aunque nos hemos demorado un poco.
Sí pues, primero dijeron diciembre, luego enero y llegamos a esta fecha...
Así es. Lo que pasó es que el Jurado pidió más firmas porque nos desechó 350 mil que habíamos presentado y tuvimos que presentar 80 mil más, que ya las teníamos guardadas en esa eventualidad. Además, que cada vez que se presentan nuevas firmas hay que pagar una tarifa de 85 centavos, casi un sol por firma.
¿En verdad no le preocupan las encuestas? Lo que pasa es que cuando Ipsos incluye a la Primera Dama en la pregunta de intención de voto, usted baja al tercer puesto. Y uno podría pensar que por eso tiene dudas sobre la verdadera intención de postular de Nadine Heredia.
Bueno, yo creo que lo que está pasando en la democracia en América Latina es bien triste. Vemos lo que ha pasado en Argentina con la sucesión conyugal. En Cuba no hay sucesión conyugal pero hay sucesión familiar. En Venezuela se han dado elecciones, pero son cuestionadas. Entonces, lo que hay ahora son formas democráticas pero que en el fondo expresan caudillismo. Eso no es bueno. Aquí lo que tenemos que hacer es seguir el espíritu de la Constitución. Además que la Constitución del 79 y la del 33 sí prohibían la sucesión conyugal. La actual no, pero hay leyes que lo hacen y podrían cambiarse si se tiene mayoría. Y en los últimos días se ha dado el pedido de un ciudadano para que el Jurado se pronuncie sobre este tema.
Aunque el Jurado ya ha respondido que no.
Sí. Mire, a mí no me preocupa que fulana o zutana sea candidata. Lo que yo veo es que en el Perú estamos en un momento importante y necesitamos gente experimentada en el gobierno. Llámese Alan, PPK o quien sea.
La preocupación de usted es que no se perpetúen los regímenes políticos.
Absolutamente. Yo creo que lo que necesitamos es partidos con una alternancia, como ocurre en muchos países del mundo.
¿Y desde cuándo piensa así?
Siempre he pensado así.
Bueno, qué raro, en la campaña de 2011 se le vio dando vivas a Alberto Fujimori que también trató de perpetuarse en el poder.
Así es.
¿Y? ¿Qué pasó allí?
No, no, no (se ríe) Yo estuve de contrincante en la elección del 2011. Salí tercero y salí de la contienda. Lo que quedaba era una contienda entre Humala y Keiko Fujimori, no Alberto Fujimori. Yo opté por apoyar a Keiko, hubiera podido no apoyar a nadie.
¿Y por qué no lo hizo? Hubiera sido signo de independencia.
A mí me pareció que, dada la trayectoria de Ollanta en ese momento, Keiko era mejor opción. Pero en fin, Ollanta recapacitó, hizo la Hoja de Ruta, su gobierno anda más o menos bien.
En agosto del año pasado usted decía, “Ollanta Humala es un buen presidente y está haciendo un buen gobierno”. ¿Todavía piensa eso?
Yo pienso que él está haciendo un buen gobierno en la parte económica, que es el 60% del asunto. Y el 40% restante es la comunicación, etcétera. Hay promoción para programas sociales que son buenos en teoría, pero que no se están ejecutando bien. Hay mucha insatisfacción con esos programas. Qali Warma es un ejemplo de eso. Se tiende a centralizar la compra de alimentos, cuando eso se podría organizar localmente.
Si usted no tuviera que vivir en Lima, ¿dónde lo haría?
A mí me gusta Arequipa. Si no tuviera la contaminación que tiene por el transporte, creo que tendría el mejor clima del Perú. Igual es un lugar maravilloso, con 2,700 metros de altura. El Valle Sagrado en el Cusco tiene la misma altura, también es muy lindo. En general, el problema de Lima es que está sumida seis meses del año en la neblina y la contaminación.
¿Y por qué no se decide a vivir en el interior? Se lo digo porque en la campaña anterior no convenció a las provincias y quizá si se mudara podría revertir esa idea.
Bueno, eso es lo que dice mi esposa. “Tenemos que vivir un mes en una ciudad y otro mes en otra”. Todo eso está bien, pero yo tengo mi trabajo aquí en Lima. Asesoro a un grupo que invierte en empresas medianas y tengo que estar sentado en el escritorio. Claro que me puedo ir un tiempo afuera, pero hasta que yo no decida que me meto en la contienda presidencial, cosa que no he decidido, no voy a mudarme. Hombre, ¿cómo voy a trasladar todos mis libros? ¡Son 5 mil!
A ver, usted de niño ha vivido en Puno e Iquitos, su padre colaboró con el leprosorio de San Pablo en Loreto, ¿por qué esta historia de vida no fue usada en su campaña? Se lo digo porque a algunos le puede parecer que usted es un gringo que recién vino al Perú y que quiere ser Presidente.
No, no, no pues (lanza una carcajada). Yo soy un peruano de padres europeos. Siempre he sido peruano. Mire, a mí no me gusta hacer autopropaganda. Siempre he tenido un resquemor de hablar de...
...¿su familia?
Sí, a mí me gusta que me apoyen por lo que digo y hago, y no por lo que fui. Pero, ahora tenemos en la imprenta un libro tipo cómic que tiene mi vida. Y si la gente quiere leer eso, habrá que distribuirlo.
¿Va a sacar un cómic con su vida?
Sí, está hecho, pero eso lo distribuiremos si nos lanzamos. Si no, se quedará en la imprenta.
¿En qué falló su campaña anterior?
Fue cuestión de tiempo, nada más.
¿Con dos meses más de campaña hubiera llegado al poder?
No sé si al poder pero hubiera estado bastante más lejos. Teníamos recursos limitados y empezamos en noviembre (de 2010). Yo esperé un poco a ver si Alejandro Toledo aceptaba mi oferta de apoyarlo. Yo lo apoyé en el 2001, y eso fue un factor positivo para él frente a los empresarios. Esta vez no quiso mi apoyo y el voto se dividió. Si sumamos los votos de los dos hubiéramos llegado al 34%. Con eso, hubiéramos estado en la segunda vuelta. Toledo quiso que postulara el 2006. Pero los gobiernos al final terminan políticamente mal...
Toledo le estaba dando un presente griego...
Es que yo hubiera tenido que defender cosas que yo no quería defender: Koki, la fábrica de firmas, etcétera. Eran temas que no tenían que ver conmigo.
Usted dice que a su campaña solo le faltó tiempo, pero, ¿no cree que básicamente fue una cosa que funcionó en Lima y no en provincias? Le doy algunas cifras. En Amazonas sacó 3.3% de votos. En Huancavelica 3.5%. Estuvo bastante bajo.
Sí, sí. Es que no fuimos ni a Amazonas ni a Huancavelica. Pero sacamos buena votación en el Cusco, en Arequipa, ganamos en La Oroya. Y esta vez, si vamos, tendremos grupos organizados en todas las regiones del Perú. Hemos estado en muchas regiones en el último año y medio. Acabo de regresar de Trujillo y justo antes estuve en Tacna, Ayacucho, Andahuaylas y Abancay. Todo por carretera, cosa que no ha hecho ningún candidato, todos van en helicóptero.
¿Así que ya está en gira?
Nooo, pero siempre es interesante ver. A mí me interesa ver lo que pasa en el Perú.
Así que actúa como candidato, pero no lo es.
Yo no soy candidato.
¿En verdad no le preocupa que en provincias no lo vean como alguien cercano si no como un gringo que quiere ser Presidente?
No, no, no. La otra vez estuve en Trujillo, en dos sitios muy distintos. En La Esperanza, en el mercado, todos me saludaban y me conocían. Fue un recibimiento fraterno y cordial.
¿No hubo algún atrevido que quisiera hurgar en su anatomía, como lo hacían en la campaña?
No, no, (se ríe), como ya no estamos en campaña. Y luego estuve en la final del campeonato de marinera, que es otro público. También todo fue muy cordial.
Igual hay gente que piensa que usted no conecta con el pueblo. Le voy a leer parte de una columna de Juan Carlos Tafur...
Ufff... (Hace gesto de molestia)
A ver, dice Tafur: “El día que PPK se dé cuenta que no es apoderado de la Confiep, podría irle mejor en el barrio cholo de la política. Todas sus declaraciones van a la sección económica de los diarios”.
Mire, yo le propongo a Tafur que venga con nosotros en una gira y después que escriba su reportaje. Ahora, yo no sé si aguanta bien la altura, porque yo lo llevo a Huancavelica.
¿Qué es Perú Más? ¿Es un partido o el club de amigos de Pedro Pablo Kuczynski?
No, Perú Más es una nueva agrupación política que será partido en unos días, cuya tesis más importante es promover el buen gobierno. En el Perú hay gobiernos mediocres, a veces corruptos, hay mucha gente frustrada con los gobiernos.
Hábleme de la ideología de Perú Más.
La ideología de Perú Más es muy parecida a la ideología de un país europeo exitoso. Lo que queremos es una economía de mercado pero con servicios sociales e infraestructura moderna. El Perú está atrasado en eso.
¿Qué significa eso? ¿Son liberales pragmáticos?
Yo no diría que somos liberales. Lo que funciona es la economía de mercado. Y hay países desarrollados y en vías de desarrollo que combinan buenas políticas macroeconómicas con infraestructura y educación.
¿Salvador Heresi está confirmado como candidato a la alcaldía de Lima?
Bueno, él quiere ser candidato a la alcaldía de Lima, lo vamos a apoyar en eso, pero obviamente debe pasar por internas. La esperanza es que pueda subir en las encuestas.
Ustedes quieren a Salvador Heresi como alcalde y Alan García lo quiere a usted como alcalde de Lima. Es más, dicen que se lo ha dicho personalmente.
Bueno, lo ha dicho mil veces. Él me quiere sacar de la contienda. Y ahora está diciéndole a Gastón que se lance. Alan sabe maniobrar pero nosotros no somos tontos.
¿Alan García le recomendó que postulara a la alcaldía?
No, no a mí, pero lo ha dicho en público miles de veces. Y yo no tengo interés en ser alcalde de Lima. Yo lo que quiero es que las cosas cambien en el Perú, no solo en Lima. Y lo haré en la contienda presidencial o desde los medios.
Si usted volviera a quedar fuera de la elección, ¿haría de nuevo campaña por algún candidato o ahora se va a guardar?
No, ahora me voy a guardar. Ahora voy a ver quiénes son los candidatos (Se ríe).
Una cosa más, ¿aportó alguna vez para la campaña presidencial de los republicanos?
No, eso es falso. Yo he dado una donación política al senador Chuck Shumer de Nueva York, que es un progresista, un demócrata. (Entrevista de Emilio Camacho- larepublica.pe)
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