Chimbote en Línea. - Es aún muy prematuro saber si un evento La Niña podría ocurrir en Perú este año si continúa el debilitamiento en la intensidad de El Niño costero y la tendencia a condiciones neutras de la temperatura superficial del mar entre los meses de abril y junio, sostuvo Rina Gabriel Valverde, vocera de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen). Consultada sobre el más reciente informe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos de América, que indica que “están aumentando las probabilidades a un 73 % de que se produzca La Niña en las estaciones posteriores a un cambio a ENSO (El Niño Oscilación Sur) neutral”, la vocera del Enfen aclaró que hay que tener en cuenta que cuando la NOAA menciona una probable ocurrencia de La Niña, se refiere a un enfriamiento del océano Pacífico ecuatorial central y no necesariamente al enfriamiento en el océano Pacífico oriental (región 1 + 2) que corresponde al mar peruano.
“En el último comunicado oficial de la Comisión Multisectorial del Enfen (Comunicado N° 01-2024), se afirma que en la región del océano Pacífico ecuatorial central hay probabilidades de que entre los meses de mayo y junio ya se establezcan las condiciones normales, pero más allá de esa fecha no hemos hecho una perspectiva porque cuando se analizan modelos elaborados por agencias internacionales se aprecia que existe mucha variabilidad y dispersión de escenarios para la ocurrencia de eventos como La Niña, así como sus probables intensidades”, manifestó en entrevista con la Agencia de Noticias Andina. En el comunicado del Enfen también se señala, con un horizonte de pronóstico hasta junio de este año, la probabilidad del 20 % de enfriamiento débil y no mayor al 10 % de enfriamiento moderado del mar peruano.
“Cuando hablamos de un escenario frío o de condiciones frías en el océano Pacífico ecuatorial central nos referimos a que la temperatura del mar está, al menos, medio grado o un grado debajo de lo normal. Para hablar de condiciones de La Niña se necesita que estas se mantengan por un periodo mínimo de cinco meses. Por ello, hablar con certeza de la ocurrencia de La Niña costera en Perú es muy temprano por ahora. Lo que sí podemos decir es que hay ‘condiciones frías’ que pueden durar uno, dos o tres meses y no necesariamente cumplir todo el periodo mínimo necesario para que se cumpla el concepto de lo que es La Niña en el océano Pacífico ecuatorial”, aseveró.
La vocera del Enfen agregó que, así como es prematuro hablar todavía de una probable ocurrencia de La Niña costera este año, también lo es afirmar que, en caso se diese este evento en el Pacífico ecuatorial central, también ocurrirá en Perú. “En el último evento La Niña en Perú, ocurrido entre los años 2020 y 2023, se inició en el océano Pacífico ecuatorial central muchos meses antes el enfriamiento del mar que se registró en nuestro país. También hubo años en que se desarrolló La Niña en ambos escenarios y hubo años en que aconteció en esa parte del mundo y nunca se enfrío el mar peruano”, puntualizó. Gabriel Valverde indicó que en el siguiente comunicado de la Comisión Multisectorial del Enfen se ampliará el horizonte del análisis hasta el mes de julio y se mencionará qué porcentaje de probabilidad hay de que se dé un escenario “frío” en el mar peruano para la siguiente temporada.
Continuar y reforzar la prevención
La vocera del Enfen consideró que, tanto en el escenario actual de El Niño con intensidad moderada o débil para los siguientes meses, como para una probable ocurrencia o no de La Niña, es fundamental continuar y reforzar las labores de prevención y mitigación de daños en las zonas vulnerables a desastres derivados de estos eventos.
“El hecho de que no se manifieste un evento El Niño fuerte no significa que se descuiden las tareas de prevención. Ello, porque en algunas regiones donde se registran lluvias estacionales se están generando activación de quebradas, aumento de caudal de ríos, desbordes e inundaciones con daños de diversa magnitud en zonas identificadas como de alto y muy alto riesgo. Por eso en el Enfen siempre recomendamos a las autoridades que no dejen de efectuar los trabajos de prevención siempre que se pueda realizar en esta temporada de lluvias estacionales, así como reubicar a las poblaciones asentadas en áreas de riesgo ante desastres para no lamentar pérdidas de vidas ni afectaciones a sus bienes materiales”, finalizó.
¿Qué es La Niña?
La Niña es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Este ciclo global tiene dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, conocida como La Niña. La Niña se caracteriza por la presencia de temperaturas frías y perdurables, a diferencia de El Niño que se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente calientes sobre el Océano Pacífico Ecuatorial. Este ciclo tiene un periodo medio de duración de aproximadamente cuatro años, aunque en el registro histórico los períodos han variado entre 2 y 7 años.
¿Qué es La Niña costera?
Es un evento climatológico que consiste en un enfriamiento anómalo del Pacífico Ecuatorial oriental cercano a la costa sudamericana, diferente, aunque relacionado con el conocido fenómeno de La Niña, el cual se desarrolla en el Pacífico Ecuatorial central y tiene implicancias a nivel del clima global. Los efectos climáticos de La Niña costera pueden ser tan o más importantes que los de La Niña global, pero a un nivel local, tal como ocurrió con La Niña costera de 2018 en comparación a la débil Niña global de 2017-18, en este caso, con respecto al clima en Perú.
¿Cómo se manifiesta La Niña costera en el Perú?
La principal manifestación de La Niña costera en Perú se da con la ausencia o escasez de lluvias en la costa y el aumento de precipitaciones y de bajas temperaturas en la sierra y la selva. Asimismo, el descenso de temperatura del aire con anomalías por debajo de sus condiciones normales, acompañados de otros factores climáticos, como el incremento de humedad y de la velocidad del viento, aumenta la sensación de frío sobre la población costera. Durante un episodio de La Niña, y dependiendo de su magnitud, la agricultura costera resulta afectada sobre todo en aquellos cultivos más susceptibles a la variabilidad climática, como el maíz, la papa, la cebada, el arroz, el plátano, el trigo y el frijol.
En el ámbito pesquero, durante un evento La Niña, la anchoveta, el recurso más emblemático del mar peruano, amplía su cobertura hacia la zona oceánica y se dispersa, es decir los cardúmenes se reducen (menor número de individuos y se alejan de costa). Por lo tanto, si bien beneficia a la especie, no favorece a los pescadores, ya que deben desplazarse más para poder capturar al recurso. Otras especies como la lorna y el pejerrey resultan favorecidos con un episodio de La Niña, mientras que con la lisa ocurre lo contrario, al igual que con otros recursos hidrobiológicos como la pota, el pulpo, la concha de abanico, entre otros.(Fuente Andina)
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