Chimbote en Línea (Por Elías Sánchez Ambrocio*) “La vida se respeta, así sean lo que sean”. Aquel viernes fue el día más gris de la semana, aunque el sol haya resplandecido más que otros días. Por un momento sentí que mi aula se volvió un cementerio, al recordar el caso Santa.
Víctor Mendoza, abogado de la Comisión de Justicia Social nos iba relatando los detalles de la travesía que se vivió en esas épocas de miedo e incertidumbre. Sin saber por dónde empezar, el camino hacia la verdad era lejana. Nueve indefensos campesinos fueron asesinados sin piedad por el grupo Colina. La banda paramilitar fue catalogada como un escuadrón de la muerte, liderado por Santiago Martín Rivas.
En agosto del 2011, 19 años después, fueron hallados los cuerpos de los campesinos. Víctor Mendoza, con una voz entrecortada, nos explicaba que lo cadáveres luego de ser supervisados en Lima, llegaron en cajas de leche, para poder ser enterrados dignamente.
Cuando llegó el turno de la fiscal Nancy Moreno, sentí esa nostalgia que resplandecía en ella, al relatarnos la tormentosa masacre en el distrito de Santa. Explicaba los momentos desconsolados de las familias de los desaparecidos, que tenían esperanza que regresen con vida, sin imaginar que el grupo criminal ya habían consumado la cruel masacre.
Este será un hecho que jamás será borrado en la memoria de los que habitamos en la provincia del Santa, un hecho que trajo conmoción a todo un pueblo. Esa crueldad que se vivió en ese tiempo jamás se debería repetir, por el bien del Perú.
* Alumno de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Santa - Curso: Periodismo de Opinión e Interpretación
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