Chimbote en Línea (Por: P. Fernando Asín)  Trump contra al planeta es el título de un artículo de opinión de Segundo Llanos Horna en el diario La República de hace unas semanas. De aquí voy a extraer algunos párrafos muy clarividentes.

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha retirado a su país del acuerdo de París del 2015, en la Cumbre climática, que fue firmado por 195 estados y que obliga a disminuir, antes de concluir este siglo, un mínimo de dos grados centígrados el calentamiento del planeta.

El argumento de Trump es que "es un acuerdo comercial injusto y peligroso para EE.UU porque impide la libre expansión industrial y limita la creación de empleos en la industria carbonífera. Se pone así de espaldas a la humanidad con un argumento capitalista, inhumano y puramente economicista" dice nuestro articulista de La República.

El Papa Francisco escribe en su encíclica "Laudato si", sobre el cuidado de la creación: "Lamentablemente muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás". (Número 14).

Estados Unidos es el segundo mayor país emisor de gases de efecto invernadero causantes del catastrófico cambio climático (producirá 7 millones de toneladas del mortífero dióxido de carbono, después de China con 9 millones, Europa con 4 y Asia y Oceanía con 3 millones).

El Perú es el tercer país del mundo que más sufrirá los efectos del cambio climático. Un ejemplo es el caso del reciente Niño costero en el norte del Perú, con 1 millón de personas -la mayoría los más pobres- afectadas.

El Papa Francisco sigue escribiendo en su encíclica sobre el cuidado de la creación: "Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre el medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común" (Número 54).

Persistimos en el pecado que es el desorden, en este caso, de la armonía creada por Dios en nuestro mundo y que nos encomendó cuidarlo y conservarlo. Y esa armonía rota no sólo es un grito de la naturaleza sino también un grito de los pobres. La ecología integral une los dos gritos. Lo afirma con contundencia el Papa Francisco en su encíclica. (Publicado en Mar Adentro, julio 2017)