Chimbotenlinea.com (Por Cintia Cabrera).- Un evidente desinterés en la práctica del simulacro de sismo y tsunami por parte de los moradores se registró en el distrito de Nuevo Chimbote. Los mercados, pueblos jóvenes, incluso algunos colegios se mostraron ajenos a estas actividades destinadas a salvaguardar la integridad de las personas.

En el mercado Buenos Aires todo permaneció en absoluta serenidad y calma, sonó la sirena a las 11 de la mañana indicando el inicio del sismo. Sin embargo, en este centro de abastos tanto los vendedores como los consumidores hicieron caso omiso a este llamado.

En el distrito sureño existen 14 mercados, algunos privatizados pero que no reúnen las condiciones adecuadas para afrontar un sismo de 8 grados en la Escala de Richter, tal como sucedió esta mañana.

Cada centro de abastos cuenta con 25 puestos aproximadamente así como con una deficiente infraestructura.  A diario centenares de amas de casa, jóvenes y niños frecuentan estos mercados expuestos a daños de gravedad y nadie dice nada.

Instituciones acatan simulacro

 La Unidad de Gestión Educativa de la Provincia del Santa (UGEL), la municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, el hospital regional Eleazar Guzmán Barrón, el Hospital de Es Salud, la Policía Nacional y miembros del Ejército participaron de este simulacro.

Las carpas de emergencia fueron instaladas en la institución educativa Señor de la Vida.

De acuerdo con el reporte alcanzado por el jefe de Defensa Civil distrital, Elías Abanto Vidarte,  inicialmente se registró a 64 personas fallecidas con la probabilidad de elevarse a 500 víctimas.

Una de las zonas más afectadas fue el pueblo joven de Villa María cuyos habitantes se desplegaron hasta el Cerro del Mirador en el pueblo joven El PPAO.

Asimismo se registraron 3 mil heridos, 200 personas desaparecidas en su mayoría niños. 232 viviendas colapsadas  y 2 mil 600 viviendas afectadas cerca de 3 kilómetros de vías destruidas y 2 kilómetros de vías afectadas.

Las tuberías de agua y desagua colapsaron totalmente.

Es decir casi 7 mil personas afectadas de una población  de 220 mil habitantes sureños.