Chimbote en Línea (Nacional).- Cepes realizó reciente entrevista a Oseas Barbarán, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap), quien entre otros aspectos se refiere a la reciente reunión que tuvo en Washington con directivos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Recientemente estuvo en Washington... ¿cuál fue su misión allá?
Un grupo de dirigentes fuimos a la sesión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se realizó el 1 de noviembre. Hubo una audiencia en la que se tocó el tema de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti. El pueblo Nahua sabía que se volvería a hablar de ellos, y querían escuchar qué decía el mundo al respecto. Querían participar pero no tenían derecho a voto, solo escucharon, nosotros fuimos una especie de mediadores.
Hace ya años algunas ONG usan el nombre de los pueblos de la reserva territorial. Las ONG que tanto hablan del derecho a la consulta no consultan a los pueblos indígenas y se ‘autonombran’ sus representantes.
El pueblo indígena Nahua, por ejemplo, al contrario de lo que se dice, no es una comunidad no contactada, es contactada desde 1984. Está asentada en Santa Rosa de Serjalí, donde viven 470 habitantes y tienen una escuela y posta. La delegación del gobierno, integrada por el representante del Viceministerio de Interculturalidad, Mayo Velasco, no menciono a los nahuas.
Tampoco la delegada del ministerio de Energía y Minas, Iris Cárdenas, y eso que se reunió en la PCM con los nahuas. El procurador supranacional Luis Huerta sabía desde Lima que los nahuas solicitaron que se informe de su caso, pero no los consideró.
¿Existen realmente pueblos no contactados en Perú?
Sí, existen, pero en verdad son muy pocos. En el alto Camisea existen más, no obstante creen que son muchos y que están en grandes comunidades alejadas de todo, pero esto no es lo real. Los peruano no contactados son muy pocos, son grupos de pocas familias que a veces se les ve en las quebradas de los ríos. Son nómadas, sin lugar fijo de vivienda.
Ellos, que sí visten con taparrabos, son quienes se asustan con una lancha de motor o cosas parecidas, pero de ninguna manera son la mayoría. Hay una confusión, la colectividad piensa que todos los poblados de la amazonía son no contactados pero, por ejemplo, en Santa Rosa de Serjalí los comuneros ya tienen hasta DNI y tienen una estructura organizacional, con representantes diversos además del jefe curaca y otros.
Cuando se les ve, según se dice, es porque están escapando de las actividades extractivas que afectan sus territorios...
Eso no es tan exacto, ellos no huyen de estas actividades porque no están siendo afectados, como se piensa comúnmente. Si se les ve a veces en los ríos es porque salen a recolectar, por ejemplo, los huevos que las tortugas han depositado en las orillas. Se le echa la culpa comúnmente a las empresas de interferir, destruir, el aislamiento en el que viven estos peruanos, sin embargo, desde hace más de 40 años diferentes misiones religiosas, entre otras, lograron contactarse, aprendiendo y enseñando costumbres.
¿Llegará el día en que todos los “no contactados” pasen a ser contactados?
Me parece que sí, pero no será por la incursión de la actividad minera, petrolífera o gasífera desmedida o irresponsable, sino que estos peruanos también desean cambiar, ser reconocidos, tener mayores beneficios, salir al mundo que los rodea. Será porque ellos mismos lo decidan y no porque salgan huyendo de sus territorios. Hay que ser claros, el avance de estas actividades podría pisar alguno de sus territorios por donde se desplazan, pero no pueden destruirlos ni propiciar que dejen su estatus de alejamiento.
Como dije antes, los pueblos no contactados han tenido contacto desde hace muchísimo tiempo con misiones religiosas, ayuda internacional, educación bilingüe, etc. Como ejemplo tengo al denominado Instituto Lingüístico de Verano, de ciudadanos extranjeros, estadounidenses principalmente, que llegaban a estas zonas y enseñaban castellano, y además aprendían lenguas propias de la zona, por un convenio con el Ministerio de Educación. Este instituto estuvo en Yarinaocha, en Pucallpa, Ucayali.
¿Qué hay de la ley 28736 de Pueblos en Aislamiento Voluntario en Contacto Inicial?
Esta ley tiene más de diez años, pero las autoridades deben hacer una evaluación de la realidad en la que viven los pueblos supuestamente no contactados. El Estado los protege, no permite que nadie los contacte pese a que ellos en muchos casos lo desean.
Por esta restricción es que el viceministerio de Interculturalidad no puede dar la orden para que empresas privadas, como Camisea, entreguen un fondo de compensación de hasta 3 millones de dólares a los poblados donde operan.
Las ONGs también hablan mucho sobre el tema de los peruanos no contactados...
Es cierto, las ONGs hablan mucho de este tema, pero no precisamente para beneficiar o ayudar a los poblados amazónicos. Estas organizaciones no pueden decir a la ligera que una u otra población es no contactada. Antes de decirlo, deberían respetar la libre determinación de estos grupos. Solamente ellos (peruanos no contactados) deciden si continúan en este estatus o tienen contacto con la cultura occidental.
Por ejemplo, desde el 2006 un par de organizaciones dicen tener una campaña a favor de los no contactados. Nunca se interesaron en que pueblos como los nahuas estén representados y, más bien, los integran a una reserva territorial y usan su nombre para campañas contra proyectos, como Camisea y otros. Reciben financiamiento de países como Dinamarca, y hasta publican libros sobre no contactados, con fotos de nahuas y contenido no consultado, pero ningún beneficio real para ellos.
¿Como ve usted la Ley de Consulta Previa?
Esta ley significa un paso histórico para el Perú. No he visto nada parecido en otros países. Es sumamente importante porque obliga al Estado a consultar a los pueblos sobre la ejecución de proyectos que puedan alterar sus territorios.
Aunque esto suene simple, tiene un inmenso valor porque los poblados amazónicos siempre fueron pisoteados, abusados por las diferentes gestiones, donde los funcionarios llegaban a la zona con los documentos y obligaban a sus habitantes a abandonar su lugar.
Debo reconocer sin embargo que aún no se ha aplicado a plenitud y esto es porque todavía falta más información, tanto para los peruanos que no saben cómo se aplica, como para los funcionarios que desconocen su real alcance, su aplicación. Lo importante es que ambas partes entiendan que el diálogo es lo más importante. No pueden imponer su voluntad por sobre los deseos de los demás. (Fuente: www.cepes.org.pe)
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