Chimbote en Línea (Locales).- Increíble pero cierto. El populoso mercado Dos de Mayo se ha convertido en tierra de nadie y los comerciantes se ven obligados a desembolsar dinero por concepto de vigilancia, servicios higiénicos y transporte a personas ajenas, quienes prácticamente les obligan a pagar, recaudando semanalmente un promedio de 20 mil nuevos soles. Así los dio a conocer el presidente de la Asociación de los Comerciantes del mercado Dos de Mayo, Pedro Reyes Luna.
(Foto Milton Palpa)
¿Quién los fiscaliza? Nadie porque son seudo vigilantes que no pertenecen a este centro de abastos, que si bien es cierto, trabajaron ahí, pero fueron despedidos, sin embargo, han buscado apoyo en un supuesto Frente de Defensa que les ha respaldado y ahora han logrado tomar las riendas de este centro de abastos generando conflicto y temor en los comerciantes.
"Ellos cobran por diversos conceptos sin ser autoridad del mercado siendo encabezado por el señor Hugo Torrealva y seudos vigilantes quienes se han apoderado de los ingresos económicos y cobran sin importarles coaccionar a los vendedores, ya que exigen estos pagos manifestando que no se hacen responsables de los robos que se susciten", manifestó.
Refirió que para tener la facultad de cobrar, deben mostrar su vigencia de poder, sin embargo no lo tienen, pero hacen de las suyas logrando dominar a un grueso número de comerciantes que se encuentran establecidos en este lugar desde que fueran reubicados del mercado El Progreso.
"Nosotros ya hemos denunciado estos hechos, se ha pedido garantías ante al Gobernación, tiene conocimiento la Fiscalía por eso pedimos a las autoridades que se pronuncien sobre estos hechos, porque no queremos que se llegue a sufrir consecuencias que sean irreversibles", exhortó el dirigente.
Como se recuerda, este problema se suscita desde hace mucho tiempo atrás, cuando el finado Omar Castro Zurita era dirigente, sin embargo, luego de que lo acribillaron los problemas continuaron de mal en peor, cada vez con más fuerza, incluso en cualquier momento, puede desencadenarse en una batalla campal en este lugar de Chimbote. (Por Milton Palpa)