Chimbote en Línea (Evangelio Dominical - Por: Fray Héctor Herrera) .- “Ustedes serán mis testigos hasta los confines de la tierra”. Con estas palabras, el evangelista Lucas 24,46-53, recoge la experiencia vivida de Jesús: su misión y su vuelta al Padre. En Hch 1,1-11, dirige sus escritos a Teófilo “el amigo de Dios”. Probablemente se estaba dirigiendo a esos seguidores de Jesús. Él ha cumplido su misión en este mundo. Ha pasado por el camino de la cruz, la resurrección, vuelve al Padre.
Y nos promete enviarnos al Espíritu Santo, que nos descubra la verdad de todo lo que Él nos ha enseñado. Es el Espíritu que nos dará la inteligencia y la fuerza para predicar la Palabra de Dios, utilizando las nuevas técnicas de la comunicación. Sobre todo hoy ante un avance tecnológico se abre no sólo para el sacerdote, sino para todos los creyentes una nueva manera de comunicar y anunciar el Evangelio: ayudar a las personas a descubrir el rostro de Cristo.
Los discípulos han llegado a la madurez, hoy nos toca la misión de anunciar con alegría, fe y esperanza que Jesús es el Dios con nosotros, que asciende al lado del Padre. Pero Él está en el corazón de la historia y de la humanidad para comprometernos a crear una cultura digital que promueva la educación, el desarrollo espiritual e integral de la humanidad. Es la Palabra de Jesús que hoy cuestiona a nuestro mundo en todo orden: económico, político, social, educativo, cultural, legislativo. Hoy más que nunca, tenemos que tener un compromiso y un testimonio de vida para acercarnos a ese Dios que nos salva y favorece.
Cada creyente tiene que ser un discípulo misionero que navega a través de las redes del ciberespacio para ser ciudadanos de Dios que busca predicar la Palabra de Dios a tiempo y a destiempo, que estimula el diálogo, la comprensión, el debate para buscar formas y oportunidades de construir un mundo con rostro más humano, donde rompamos los egoísmos y nos acerquemos al otro, que nos sintamos cada días más prójimo del ser humano que nos rodea. Y ese testimonio sólo puede ser alimentado por la Palabra transformadora de Jesús.
Es responsabilidad de todo creyente ser comunicador de la Buena Nueva de Jesús. Hoy la Palabra tiene que navegar no sólo por el espacio, sino tocar el corazón del ser humano para cambiar en nuestra vida y actitudes.
Es posible cambiar el corazón de la persona y de la sociedad, porque tenemos el Espíritu de Cristo que está vivo, animándonos a formar una cultura ética que mira al bien común. Por eso imitando aquella primera comunidad apostólica, debemos acoger las redes sociales, como espacio de verdad y de fe.
“En el ambiente digital, la palabra escrita se encuentra con frecuencia acompañada de imágenes y sonidos. Una comunicación eficaz, como las parábolas de Jesús, ha de estimular la imaginación y la sensibilidad afectiva de aquéllos a quienes queremos invitar a un encuentro con el misterio del amor de Dios”.(47 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Benedicto XVI)
Nuestra misión como cristianos es anunciar la Buena Nueva para resaltar los valores del evangelio: el amor, el respeto por la dignidad de la persona, el diálogo y una cultura ética que ame y defienda la vida como don de Dios. Que comuniquemos la buena nueva con el testimonio de vida, amor, fe, esperanza y valor. (Fr. Héctor Herrera, o.p.)
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