Dios sigue llamando a nuestra puerta

Chimbote en Línea (Mensajes del Obispo).-La liturgia del Miércoles de Ceniza, con el que comienza la Cuaresma, tiene como centro un rito que es necesario desentrañar. Cuando el sacerdote nos impone la ceniza en la cabeza, pronuncia una fórmula: “conviértete y cree en el Evangelio" o también “recuerda que eres polvo y al polvo volverás".

En el primer domingo de Cuaresma se proclama el texto de las tentaciones de Jesús. El diablo se acerca a Él para ofrecerle un mesianismo diferente al que Dios le ha pedido. Satanás le ofrece todos los reinos de la tierra, si postrándose lo adora. Si Jesús fue tentado, los seres humanos vivimos asediados por la tentación.

La capacidad que tenemos para adorar a dioses menores, relegando al Dios vivo y verdadero es ilimitada, como es ilimitada la capacidad para deformar el rostro del Dios vivo y verdadero. Cualquier realidad puede adentrarse en nuestro corazón y doblegarlo. El dinero, el poder, la fama y un largo etcétera, pueden seducir nuestro débil corazón.

De igual manera, frente a tantos poderes que nos amenazan, Dios puede convertirse en un juez implacable o en un pobre padre que mendiga nuestro amor.

La Cuaresma es momento oportuno para reconocer con la luz de la gracia cuán equivocados estamos. Sería muy deseable pues, que los sacerdotes, al menos durante estas semanas, brindasen a los fieles la oportunidad para reconciliarse.

Muchos sufrimos con las heridas que los pecados van dejando en nuestra alma y a veces ni siquiera podemos caminar por el pesado fardo que cargan nuestras espaldas. Siempre, pero sobre todo en esta cuarentena de preparación a la gran fiesta de la Pascua, Dios nos busca y nos espera. Como la marea que de manera continua acaricia la playa, así Dios se acerca a nuestras vidas para darnos la paz y devolvernos la alegría.

La Cuaresma es tiempo de conversión, es decir tiempo de desandar el camino equivocado, tiempo de descargar nuestras miserias, tiempo de dejarnos abrazar por el Padre, que nos devuelve la dignidad perdida.

Si siempre es bueno examinar nuestra conciencia y hacer una lectura creyente de nuestra vida, lo es sobre todo en la Cuaresma. Experimentos la fuerza transformadora que tiene la mirada de Jesús. Él es capaz de descabalgamos de nuestra soberbia, de liberamos de la esclavitud de nuestra lujuria, de convertir nuestro corazón apegado a la riqueza y al poder en un corazón generoso y sensible.

Dios sigue llamando a nuestra puerta. No tengamos miedo de abrirla de par en par. Es el Señor que pasa y se acuerda de nosotros.(Mensaje de Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno- Obispo de Chimbote)
 

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