“Si cercamos a estos movimientos tanto en lo militar, en la inclusión social como en la guerra ideológica, estaremos firmando su partida de defunción. Entonces el poder de los partidos es iniciar ese trabajo y no dejarlos crecer”, manifestó.
Saludó la voluntad política del gobierno del presidente Ollanta Humala de encabezar la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, lo cual se vio cristalizado con el incremento del presupuesto para potenciar la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas y la Policía.
En esta lucha, Otárola destacó la necesidad de consolidar la institución democrática, el orden constitucional y el respeto de los derechos humanos, “porque debemos tener una fuerza moral que nos permita diferenciarnos del terrorismo”.
Sobre el particular, Otárola dijo que un país democrático y civilizado como Perú no puede patear el tablero, y que más bien se debe trabajar por la consolidación de los derechos humanos.
En esa línea rechazó la pretensión de un sector que plantea que Perú se retire de la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.