Chimbote en Línea.- Un libro testimonio sorprendente –Un uomo scendeva da Gerusalemme a Gerico- por lo que revela de sus propios autores: Enza Annunziata, médica oncóloga, y Rinaldo Paganelli, sacerdote dehoniano, ambos en Roma. Desde una experiencia de muchos años, en idas y venidas, al límite de lo humano –en Villa El Salvador-Pachacamac, Perú--, han experimentado la presencia de Cristo hecho carne y sangre en los más pequeños del Reino.
Cada línea de este libro parece estar escrita con sangre en lugar de con tinta. La de los autores, que se dejaron algo más que la piel en la experiencia y ahora, pasados los años, hablan de las vidas de tantos y tantos con los que han tenido encuentros transformadores.
ZENIT se ha dirigido a ellos para preguntarles sobre el libro, su experiencia y sus reflexiones contundentes, fruto de una gran elaboración interior en la oración y se diría que en la contemplación de esos rostros de los crucificados de hoy en América Latina. El subtítulo del libro es también expresivo: Ricevere da chi si incontra (Recibir de quien se encuentra).
Pachacamac es una aglomeración de chabolas hechas con los materiales a la mano: plásticos, madera, cartón, láminas de lata. A la periferia de Lima, Perú, con modos y tiempos diversos, Enza y Rinaldo han ido repetidas veces. De la experiencia compartida nació la idea de recoger emociones, pensamientos y hechos, prestar su voz a aquellos pequeños y últimos, y entregarlas al lector italiano. Sería deseable una traducción al español, visto que los autores hablan esta lengua y el escenario es latinoamericano.
El hilo conductor del relato a dos manos, perfectamente enlazado, es la frase de la parábola de Jesús sobre el buen samaritano.
Enza Annunziata, miembro de la Institución Teresiana –asociación de fieles laicos--, es médica oncóloga en el hospital Cristo Rey de Roma. Ha trabajado en Perú, a orillas de río Napo en la selva amazónica, con la cooperación italiana, en un proyecto sanitario de la Institución Teresiana en la organización no gubernamental de desarrollo PRODOCS: http://www.prodocs.info/, y en Villa El Salvador-Pachacamac, en una concentración de infraviviendas en el desierto, trasladadas allí por los planes de desalojo de la capital peruana.
Rinaldo Paganelli, sacerdote dehoniano, obtuvo el doctorado en Catequética y Pastoral Juvenil en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, en la que ahora es docente de catequética. Es director responsable de la revista Evangelizzare. Ha realizado numerosas publicaciones de catequesis, catequética y oración en la editorial EDB, de los religiosos dehonianos.
He aquí sus respuestas a las preguntas de ZENIT.
¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?
--Enza Annunziata: La idea de este libro nació de la riqueza de la experiencia vivida tanto en el hospital, como por las calles de Pachacamac. Cuando se recibe un regalo que toma toda la vida, y la cambia desde las raíces, este regalo no se puede encerrar en la persona, necesita ser compartido. Cuando la Palabra se hace carne en un cotidiano hecho de encuentros, sorpresas, gratitud, sufrimiento, lo que se busca es intentar vivir en una dimensión contemplativa donde la Palabra y las palabras se trenzan. Por esto la parábola del buen samaritano se ha hecho pan partido de nuestro compartir.
--Rinaldo Paganelli: Nos hemos visto arrastrados dentro de las situaciones de las personas que hemos encontrado. Haciendo memoria, no hemos hecho de ellas imágenes para mirar, mas bien presencias capaces de encontrar la historia de quien lee y de llamar la atención. Cada una tiene su rol, asumido con discreción y entregado con respeto a través de las palabras que hemos intentado guardar como verdaderas, porque libres, sinceras y atentas a las realidades de quien non ha regalado un trozo de su historia.
Hay afirmaciones rotundas en esta obra en la que ustedes se exponen mucho. ¿Son fruto de un pensamiento personal? ¿De un encuentro en la oración? ¿De una experiencia madurada?
--Rinaldo Paganelli: Nuestra sensibilidad se ha juntado, sin defensas, y mientras las páginas se llenaban de vida encontrada, hemos descubierto que estábamos regalando las cosas mas verdaderas y profundas que teníamos dentro de nosotros. Cuando se busca contar lo que los otros viven, hay la suerte de descubrir lo mas bello que habita su vida y un poquito también la nuestra.
--Enza Annuniziata: Las afirmaciones que nos ha parecido regalar a los que leen son fruto de una fe que se hace vida y de una vida que se realiza por la fuerza de la fe; son el fruto de un encuentro profundo con los pequeños del Reino, son signo del camino de peregrinos que la vida nos regala entra la alegría y el sufrimiento, la gratitud y la soledad, entre el compartir y el fracaso
Hay una afirmación que recorre el libro y que es: los pequeños nos evangelizan. ¿Por qué?
--Rinaldo Paganelli: los pequeños non evangelizan porque siempre manifiestan algo nuevo, nunca dicen lo mismo y nos invitan a buscar nuevas atenciones, gestos mas verdaderos, palabras no gastadas. Nos ofrecen la buena noticia de que también gracias a ellos, nuestro Dios no se ha cansado de visitar nuestra historia.
--Enza Annunziata: Los pequeños nos evangelizan, porque no tienen prejuicios. Son criaturas a las que Dios revela los misterios del Reino, porque son transparencia del Padre, profetas humildes, audaces, porque a través de ellos es posible creer en un futuro de esperanza.
¿Qué lugar tienen en este libro quienes han creado riqueza y dan empleo y empujan la economía de un país?
--Enza Annunziata: En nuestra experiencia, no hemos encontrado a los que han creado la riqueza, que dan empleo... Hemos encontrado a personas en búsqueda de una vida digna que en la miseria en la que viven es dificil de imaginar.
Rinaldo Paganelli: Se ha hecho concreta la exigencia de no pararnos a contar lo vivido, mas bien de ofrecer a través de nuestra solidaridad, la atención para que alguien empiece a sentir que su vida es visitada por el bien. Así hemos descubierto que nosotros también somos los que han vivido la experiencia de bajar de Jerusalén a Jericó. (Por Nieves San Martín- ZENIT.org))