Chimbote en Línea (Periodismo Escolar - Por: Kenyi Coronado) Aunque el índice de pobreza nacional se ha reducido en porcentajes notables en los últimos años, aún existe y siempre existirá ese flagelo que atormenta a muchos peruanos y peruanas; pero, uno de los problemas que aquejan más a los pobres, sin lugar a dudas,  es la explotación laboral.

Hablemos de trabajo. Se dice que el trabajo dignifica al hombre y lo hace mejor ante los ojos de Dios y la sociedad, pero qué sucede cuando el trabajo de estas personas es utilizado para el beneficio de un indeseable que se aprovecha de la condición humilde e indefensa de muchas personas que andan por las calles en busca de un empleo que les dé el pan del día.

Ser pobre implica dependencia de una oportunidad de empleo, ignorancia y vulnerabilidad, estas características priman en las personas que son víctimas de la explotación laboral y por lo mismo que están sujetas a ellas su situación no mejora.

Las personas que viven en la pobreza y que sufren la falta de alimentos, vestido u otros servicios indispensables o simplemente por la necesidad de emplearse y buscar una vida mejor, suelen caer en manos de personas inescrupulosas, éstas se aprovechan de su situación y las usan para su propio beneficio.

Los pobres en general buscan un empleo que les brinde estabilidad y sobre todo un sustento para ellos mismos y sus familias, aunque ello implique trabajar más de ocho horas al día y en condiciones deplorables, porque a pesar de todo el sufrimiento y el cansancio que puedan sentir no se dan por vencidos, se sacrifican aun a costa de su salud para darles lo mejor a su familia.

Aunque, estas personas tengan el camino de la delincuencia y otros actos delictivos, los que buscan una vida íntegra y honesta pueden ser los que más sufren.

Lo ideal sería que estas personas se dieran cuenta del peligro, pero aunque se dieran cuenta volverían a caer en manos de otras personas, porque la necesidad los empuja y la necesidad los manipula a su antojo.

Es posible que por cada pobre que tome conciencia de su situación, un explotador desaparezca, porque el poder de no caer en manos inescrupulosas solo se encuentra en ellos mismos, si acaso no lo hacen caerían en un círculo vicioso que los consumiría hasta su destrucción.

Alumno: Kenyi Stenlyn Coronado Moreno
Grado: 5to Año de Secundaria
Colegio. I.E.P.P. “Mundo mejor”
Docente a cargo: Prof. Juan Miguel Paredes Arana