Chimbotenlinea.com (Por: Cintia Cabrera).- Más inseguros que nunca. En plena mañana, una madre de familia y sus dos hijos de 2 y 4 años de edad fueron las nuevas víctimas de los delincuentes disfrazados de colectiveros que deambulan por la ciudad. La mujer fue despojada de todas sus pertenencias y 700 nuevos soles a punta de cuchillo y luego fue abandonada con sus vástagos en el pueblo joven Camino Real.

Esta joven madre, identificada como Angélica Homero Rodríguez (26) contó, dejando escapar algunas lágrimas y con la voz temblorosa, que abordó un colectivo de la empresa Arco Iris, de color plomo, a la altura de la Plaza Mayor de Nuevo Chimbote, al salir del hostal “La Casona de Buenos Aires” donde se hospedada en compañía de su esposo. Recordó que era alrededor de las 10 de la mañana.

Indicó que se dirigía a Chimbote para llevar a su hija de 4 años de edad a sus clases de marinera al Club Depor Center. De pronto, a la altura del estadio Centenario, el vehículo se desvió hacia el pueblo joven Camino Real. Según contó, el conductor le hincó con una navaja en la pierna y empezó a exigirle sus pertenencias.  

“Estaba con los ojos rojos, desesperado con una actitud nerviosa, tenía como 17 ó 19 años. Es delgado pero sus ojos estaban bien rojos, parecía drogado. Insultaba desesperado. ‘Ya te jodiste, cállate y dame todo; acá nomás te quedas. ¡Ya cállate! ¡Bájate, bájate! ¡Pobre que digas algo!’, fue lo que decía. Yo le pedía que no haga nada a mis niños porque me daba miedo, me amenazaba que le iba hacer algo a mi hijita si no le daba lo que quería”, contó la víctima a su salida de la comisaría de Buenos Aires hasta donde llegó a sentar la denuncia por robo agravado.

Este hampón le arrebató el traje de marinera de la niña y 700 nuevos soles que llevaba en el bolso. Precisó que 500 nuevos soles eran para depositarlos en el Banco Financiero a su madre, quien se encuentra delicada de salud.

Contó que hace un mes su familia se instaló en el distrito de Nuevo Chimbote y nunca imaginaron que esto les ocurriría, pues tenía referencias de que “era tranquilo”.  Su esposo Jhonny Mendoza Pajuelo (42) es trabajador de la empresa Copeinca y recién había percibido su sueldo.

El colmo: cámara de
vigilancia malograda

¿No hay imágenes? La Policía recibió la denuncia y fue en busca de imágenes y evidencias a la Oficina de Seguridad Ciudadana donde monitorean las cámaras de vigilancia para identificar al chofer de este auto, pues la víctima dijo que con el nerviosismo no se percató del número de placa.

Lo sorprendente es que no se halló evidencias. ¿Por qué? La cámara instalada en el periodo del alcalde Valentín Fernández Bazán no se encuentra en el lugar, pues fue desinstalada para su reparación y hasta el momento no se han preocupado por reconectarla. Pese a que en varias ocasiones se han suscitado robos en esta zona, céntrica y de mucho movimiento.

Existe otra cámara de vigilancia instalada en el palacio municipal de la plaza, pero no logra captar con gran visibilidad la intersección de las avenidas Pacífico y Country Club donde la joven abordó el vehículo.

Cabe mencionar que en el trayecto de la avenida Pacífico, existen otras cámaras instaladas pero que hasta el momento no han sido revisadas. Se espera que en las próximas horas pueda existir mejores resultados y lograr identificar al sujeto que conducía ese auto en determinadas horas de la mañana.