Chimbote en Línea (Policiales) Un excombatiente del Ejército Peruano de nombre Jair Humberto Rivera Sifuentes de 36 años intentó quitarse la vida al interior de su celda, en el pabellón 1 del penal de Cambio Puente. Tomó abundante lejía, pero fue salvado por los médicos del Hospital La Caleta, a donde fue evacuado.
Desde su lecho, contó que tomó la fatal de decisión de suicidarse porque ha sido privado de su libertad injustamente. Un taxista lo acusa de haberlo asaltado con un fusil en la mano, pero este pobre hombre el 2004 cuando todavía pertenecía al Ejército sufrió un grave accidente: una explosión de dinamita lo dejó sin brazos y con las piernas seriamente afectadas que le impide caminar con facilidad.
“Como voy hacer un asaltante, si no tengo brazos, miren mis piernas, me ganaba la vida honradamente vendiendo caramelos por las calles, el Ejército nunca me reconoció nada por haber combatido contra el terrorismo en Ayacucho y encima el Poder Judicial me paga mal metiéndome a la cárcel. Estoy preso porque soy pobre, porque no tengo a nadie que me defienda, por eso quise matarme”, contó llorando.
Rivera Sifuentes contó que el 4 de setiembre pasado los vocales de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Santa ordenaron su internamiento en el penal de Cambio Puente hasta que demuestre con documentos que el 2004 amputaron sus brazos.
“Pedí al Ejército Peruano que envíe el informe y recién lo hizo un mes después, allí nomás empezó la huelga del INPE y de los trabajadores del Poder Judicial, por eso nadie me atendía, me metieron a la cárcel injustamente, allí nadie me apoyaba para comer, me tiraban la comida como si fuese un perro, todas esas humillaciones he venido soportando por eso tomé lejía para acabar con mi vida”, agregó.
Los amigos del exsoldado del Ejército llegaron hasta el Hospital La Caleta para solidarizarse con él y denunciar el abuso de autoridad que están cometiendo con esta persona con discapacidad.
“Un taxista dice que el 2010 Jair lo asaltó con un fusil en la mano, pero eso no puede ser cierto porque no tiene brazos, solo es cuestión de criterio de los magistrados, pero como siempre, solo los que tienen dinero no van presos, porque los pobres así sean inocentes los meten a la cárcel”, protestaron. (Por: Lindberg Cruzado)