Bambarén, ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, resaltó la importancia de escuchar directamente a la población iqueña, que resultó afectada por el terremoto del 15 de agosto de 2007, y criticó la ausencia de algunos legisladores en estas sesiones.
“Cuando se cumplió un año del terremoto, en 2008, no acudió ni el presidente Alan García ni sus congresistas (apristas), porque la gente estaba indignada y porque no se hizo nada. Ese recuerdo debe haber quedado, por eso su miedo al rechazo y su decisión de no ir a Ica”, observó el obispo Emérito de Chimbote.
Consideró urgente la conformación de una comisión especial para investigar el proceso de reconstrucción del sur, debido al “evidente” mal manejo de los fondos recaudados para levantar de las ruinas a Ica, Pisco, Chincha y Cañete.
Señaló que es “indignante” que a pesar de haberse designado tres mil millones de soles para la reconstrucción, no se haya avanzado en ese proceso, y que la ciudad de Pisco siga tan devastada después de cuatro años de ocurrido el sismo.
El padre Garatea, ex presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, sostuvo a su vez que la población tomará debida nota de la actitud de los legisladores de oposición que se negaron a participar en las audiencias en 43 distritos de Ica.
“Será contraproducente para su imagen no querer dialogar directamente con el pueblo”, expresó el religioso.
Sostuvo, además, que las irregularidades en el proceso de reconstrucción no pueden quedar sin sanción porque constituye un “acto criminal” apoderarse del dinero destinado en situaciones de emergencia para los damnificados.
“No puede haber impunidad, tiene que investigarse ya”, enfatizó.