(Andina) El facilitador del diálogo en Cajamarca, monseñor Miguel Cabrejos, pidió hoy a los opositores al proyecto minero Conga y a la empresa Yanacocha guardar una pausa o “una especie de tregua muy fraterna”, para buscar un entendimiento a la problemática de esa región.

“Quiero hacer una exhortación a la pausa, a una especie de tregua muy fraterna y humana frente a esta problemática. Una pausa a todos, a la población y también a la empresa Yanacocha”, aseveró.

Pidió, además, que esa compañía minera resuelva los compromisos pendientes con Cajamarca y que, por su parte, los sectores que se oponen a ese proyecto extractivo expresen sus posiciones de manera pacífica y prudente.

“En esto quiero hacer una exhortación muy clara y precisa a la empresa Yanacocha. Que la empresa resuelva sus pendientes con la población. Hay pendientes, especialmente en una de las represas. Que resuelva sus pendientes antes que otras cosas”, manifestó.

Monseñor Cabrejos, quien sostuvo esta mañana una reunión con el presidente de Yanacocha, Roque Benavides, también se refirió a la necesidad de que las personas que acatan un paro contra ese emprendimiento minero mantengan la serenidad.

Por otro lado, dijo que el próximo miércoles y jueves viajará a Cajamarca, junto al padre Gastón Garatea, para visitar las lagunas que están en la zona de influencia del proyecto minero de 4,800 millones de dólares y que es objetado por un sector de autoridades y dirigentes cajamarquinos.

Mencionó, además, que en los últimos días muchas personas y organizaciones han acudido a la sede de la Conferencia Episcopal Peruana para reunirse con él, pero les comunicó que en su momento serán llamadas para tener una reunión formal y pública.

“Hago un llamado a la tolerancia, tenemos que aprender a ser tolerantes, a escuchar a unos y a otros para lograr la paz, prudencia, tranquilidad y serenidad”, puntualizó en RPP.

La oposición de un sector en Cajamarca al proyecto Conga ocasionó la semana pasada manifestaciones violentas con ataques a la propiedad pública y privada, en los que fallecieron cinco personas, en la provincia de Celendín; tras lo cual se decretó el estado de emergencia.

El Gobierno encargó a monseñor Cabrejos tender los puentes para un diálogo que permita la solución a las diferencias sobre ese proyecto minero.