Chimbotenlinea.com (Redacción central) A opinión de los congresistas de la República Juan Carlos Eguren y Mauricio Mulder, los denominados frentes de defensa no representan a la sociedad civil, conformada por sindicatos y gremios profesionales y empresariales, entre otros, y no pueden irrogarse la representación de toda la ciudadanía.

Ambos coincidieron que estas organizaciones, si bien tienen un nivel de representación “informal” de algunos sectores de la población, eso no les da legitimidad para pretender arrinconar a las autoridades locales y regionales elegidas por el pueblo, a través de movilizaciones y protestas.

Eguren, de la bancada de Alianza por el Gran Cambio, dijo que la culpa de que estos frentes hayan adquirido tanta importancia, es principalmente de los propios presidentes regionales y alcaldes, que les han permitido convertirse en interlocutores válidos, cuando no tienen ninguna representación electoral.

Manifestó además que la sociedad civil está representada por los colegios profesionales, sindicatos, cámaras de comercio e iglesias, que sí tienen una institucionalidad reconocida, pero que los frentes han usurpado esta representación.

“Estos frentes terminan siendo la representación informal de la ciudadanía que está al margen de la ley, y se empoderan porque como están al margen de la ley, pueden utilizar la violencia”, afirmó.

Mulder, de Alianza Parlamentaria, dijo que estos frentes de han convertido en un refugio de posiciones extremistas, pues casi todos están dominados por grupos de “extrema izquierda”, no representan a todos los ciudadanos, pero imponen una agenda, mediante la amenaza, la imposición y la violencia.

Indicó que así ha sucedido en Puno, Apurimac, Moquegua, Tacna y ahora en Cajamarca, “donde los presidentes regionales y los alcaldes, quienes ganan las elecciones, son arrinconados por estos frentes”.

Por su parte, el vocero de Gana Perú, Fredy Otárola, anotó que no hay que satanizar a los frentes de defensa, sino por el contrario, fortalecerlos, pero evitando que sean capturados por posiciones extremistas.

Refirió que salvo casos puntuales, como en el caso del dirigente Wilfredo Saavedra, en Cajamarca, los frentes no tienen tanto poder, como dicen sus detractores, aunque sí señaló que debe evaluarse la posibilidad de formalizarlos. (Con datos de Andina)