Este sujeto fue denunciado por la abuela de la niña, quien llegó a la comisaría de Caraz para pedir apoyo policial. La desesperada mujer demandó justicia, acusó al agresor de haber pretendido negociar con los padres de la niña su silencio a cambio de un toro.
“Es falso que quise negociar la denuncia, yo por mi propia iniciativa quise regalar el toro. Además estoy diciendo que voy a asumir la responsabilidad con la criatura”, respondió a la prensa minutos antes de ser trasladado al Juzgado Penal Mixto de Caraz.
Según los policías, Nieto Dimas ultrajaba a la menor desde que tenía 10 años. Bajo amenazas la mantenía callada para que no le denuncie.
“Este depravado es un sujeto frío, sin remordimientos. Para él es natural mantener relaciones sexuales con una niña. La justicia debe ser ejemplar con estos delincuentes. Para esta clase de hombres perversos no debe haber beneficios penitenciarios, que cumplan la totalidad de sus condenas para que aprendan la lección”, manifestó uno de los policías.