Chimbote en Línea (Salud).- Las mujeres embarazadas que viven en áreas con niveles elevados de contaminación presentarían el doble de probabilidades de tener un hijo con trastorno del espectro autista (TEA). Los investigadores compararon la exposición a la contaminación atmosférica de 325 mujeres que tenían un hijo con TEA y de 22.101 mujeres control.
Los contaminantes medidos incluyeron gasóleo, plomo, manganeso, mercurio, cloruro de metileno y una medida combinada de la exposición a los metales. El 20-60% de las mujeres vivían en áreas que se consideraban altamente contaminadas.
El estudio mostró que las mujeres que vivían en el 20% de las ubicaciones con niveles más altos de partículas de gasóleo o de mercurio en el aire presentaban el doble de probabilidades de tener un hijo con TEA, en comparación con las que vivían en el 20% de las áreas con los niveles más bajos de contaminantes.
Además, quienes vivían en el 20% de las ubicaciones con los niveles más elevados de plomo, manganeso, cloruro de metileno y la exposición combinada a los metales tenían un 50% más de probabilidades de tener un hijo con TEA en comparación con las mujeres que vivían en el 20% de las áreas con las concentraciones más bajas. Los hallazgos se mantuvieron incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta otros factores como los ingresos, el nivel educativo y el tabaquismo durante el embarazo.
Estos hallazgos sugieren que el aire que las mujeres respiran durante el embarazo es uno de los numerosos factores vinculados con el riesgo de autismo. Esos riesgos se centran durante el embarazo, el parto y en el primer mes de vida del recién nacido, ya que es el momento en que el cerebro resulta más sensible porque aún está en desarrollo. (Fuente: HealthDay)
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