Chimbote en Linea.- A nivel mundial, la incidencia estimada de esta condición varía entre 1 de cada 1000 y 1 de cada 1100 recién nacidos, de acuerdo con las Naciones Unidas. En tanto, según cifras del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis), se estima que en el Perú nacen 3 personas con Síndrome de Down al día, es decir, más de mil al año. Estas cifras reflejan la necesidad de fortalecer la inclusión y garantizar el acceso a oportunidades equitativas para estas personas.

Por otro lado, la educación inclusiva juega un papel fundamental en el desarrollo de las personas con Síndrome de Down. Según datos del Observatorio Nacional de la Discapacidad del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, al 2023, solo el 12 % de las personas con discapacidad en el Perú alcanzó la educación superior (universitaria y no universitaria). La formación de docentes capacitados y la implementación de metodologías personalizadas son clave para que la educación sea un puente hacia la integración social y laboral.

EL PAPEL DE LA PSICOLOGÍA EN EL BIENESTAR EMOCIONAL

La psicología desempeña un rol clave en la mejora del bienestar emocional y social de las personas con Síndrome de Down. Según la Mgtr. Sandra Fuentes Chávez, psicóloga y docente de la Universidad César Vallejo (UCV), uno de los principales desafíos es el desarrollo de la autoestima y la autonomía, así como el fortalecimiento de habilidades socioemocionales que les permitan desenvolverse con seguridad en distintos entornos.

“Las personas con Síndrome de Down pueden presentar dificultades en la expresión de sus emociones. En el ámbito social, también enfrentan retos para integrarse a grupos y mantener conversaciones efectivas, lo que puede generar frustración y, en algunos casos, falta de inclusión”, comentó la psicóloga.

A nivel educativo, es fundamental que los psicólogos trabajen en la creación de entornos inclusivos, donde se fomente la aceptación de la diversidad y se eviten estereotipos. Estrategias como la psicoeducación, el acompañamiento emocional y la adaptación de materiales de aprendizaje son esenciales para garantizar una educación de calidad de cara a niños y adolescentes con esta condición.

FORTALECIENDO LA AUTONOMÍA Y LA AUTOESTIMA

El entorno familiar juega un papel determinante en el bienestar de las personas con Síndrome de Down. La especialista destaca la necesidad de acompañar a los padres en el proceso de aceptación y adaptación, brindándoles herramientas para fortalecer la autonomía de sus hijos y mejorar la dinámica familiar. La información y el acceso a redes de apoyo pueden marcar la diferencia en su calidad de vida.

El Día Mundial del Síndrome de Down es una oportunidad para reflexionar sobre los avances en inclusión y cómo seguir promoviendo espacios más accesibles y equitativos. Desde la educación, es posible generar cambios significativos que impacten positivamente en la vida de estas personas. La Universidad César Vallejo reafirma su compromiso con la formación de profesionales que contribuyan a una sociedad más inclusiva y humanista.(Fuente https://www.ucv.edu.pe)