Chimbote en Línea (Locales).- Han transcurrido más de tres meses del brutal ataque que propinaron tres alumnos del colegio Eleazar Guzmán Barrón, del pueblo joven a su profesor, Luis Miranda Sáenz, quien a la fecha sigue laborando en el plantel con el temor de que algo malo le pueda ocurrir.
Como se recuerda el hecho ocurrió a inicios de este año, cuando el docente luego de leer los promedios finales de sus alumnos, tres de ellos se quedaron al final de la clase para atacarlo brutalmente por haber sido desaprobados y uno de ellos cargando un cuchillo de cocina le asestó profundos cortes en la espalda y el rostro.
Luego de este tiempo el agraviado docente quien se encuentra laborando en el mismo plantel, denunció que por 5 veces ha presentado documentos a la Ugel Santa, pidiendo ser transferido a otro plantel, a fin de salvaguardar su integridad, pero hasta a la fecha no recibe respuesta alguna.
“Es algo insólito que luego de haber sido agredido siga en el mismo colegio. Ya he pedido mi cambio hasta en 5 oportunidades a la Ugel Santa pero no me responden. Acá temo por mi seguridad, pues todos los días que salgo de la institución, tengo que estar pendiente de que desconocidos se me acerquen y eso afecta mi salud”, refirió.
Dijo que si bien es cierto, los alumnos que lo agredieron, fueron expulsados del plantel, no imposibilita que ellos tomen represalias contra él, debido a que estos jóvenes viven por la zona y que al parecer andan en malas juntas.
“La otra semana estaré ingresando un nuevo documento haciéndoles responsables a los encargados de la Ugel, de lo que me pueda ocurrir. La Apafa del colegio también me ha respaldado y me dicho que por mi seguridad ya no debería estar en esta institución. Pero que voy hacer tengo que trabajar para mantener a mi familia”, mencionó.
Por otro lado, lamentó que tras lo ocurrido, se le haya designado trabajar por doce horas, siendo perjudicial porque no podría solventar sus gastos, ya que anteriormente tenía la disponibilidad de trabajar las 24 horas del día, tal como lo dispone la norma. (Texto y foto Milton Palpa)
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