Todos los años llega este día, y a lo mejor todos los años decimos lo mismo. Pero siempre es bueno celebrar, y más si se trata de alegrarse juntos celebrando lo que ha sido para nosotros nuestras mamás. Tenemos que reconocer que nuestras mamás han marcado nuestras vidas para  bien nuestro, algunas pocas muy pocas lo habrán sido para el mal y enseguida se nota.
 
A veces el abandono de una madre sale justificando los crímenes de su hijo/a, y otras el cariño y la dedicación de una madre justifíca los actos heroicos de otros hijos o hijas. ¡Tan importante es el papel de las mamás en la vida de las personas¡. Sin embargo, a ese papel tan importante siendo algo reconocido por todos/as no se le da en la vida la importancia que le correspondería. Qué lástima ¡ porque, cómo podría mejorar la humanidad si desde la niñez se le diera a las mujeres la importancia que tienen en la vida de todos varones y mujeres. El varón también es importante en el cuidado de sus hijos/as desde el nacimiento, pero a él por ser varón ya la sociedad le da demasiada importancia.
 
Todos los días, tenemos  ocasión  para agradecerlo y alegrarnos, pero el día de la madre es especial, y sobre todo para tomar conciencia de que toda la humanidad sería mejor, si desde su nacimiento tratáramos mejor a las mujeres, o por lo menos las pusiéramos a la altura de los varones. Otra sería nuestra humanidad, si es que son tan importantes las madres para la vida de las personas, y las tratáramos desde niñas, dándoles la importancia que les damos el día de la madre.
 
Pero la mujer no es importante solo porque es madre, el ser madre es una de las cosas que la hace importante, sino porque es mujer y como mujer debería tener la misma importancia que tiene el hombre, y que gracias a Dios está conquistando con mucho esfuerzo, para ponerse en el lugar que la naturaleza la puso y para los cristianos en el lugar que Dios la puso, que la hizo como al hombre  a su imagen y semejanza.

Y lo digo porque hoy la ponemos como madre, como un florero encima de la mesa, pero mañana sus hijos, su esposo y la sociedad la pone debajo de la mesa. Y no es una figura extrema sino una realidad.
 
Este año se quiso organizar la revolución de los mil millones de mujeres, porque según las estadísticas de la ONU una de cada tres mujeres en el mundo es maltratada o violada, como las mujeres son la mitad de la humanidad, 3.500 millones, unos mil millones, la tercera parte, serían las afectadas. “Mil millones de mujeres maltratadas o violadas es una atrocidad. Mil millones de mujeres bailando a la vez es una revolución” (El País Febrero del 2013)
 
No vale que hoy, día de la madre, la pongamos encima de la mesa y los 364 días que quedan del año, pase a engrosar las filas de los millones de mujeres maltratadas o desconocidas, poniéndolas debajo de la mesa. Hoy como madre y mañana como mujer todos los días encima de la mesa.
 
Autor: Paco Muguiro Ibarra S.J. – Director Radio Marañón – CNR