
Chimbote en Línea (Por: Fray Héctor Herrera) Dos niñas en países diferentes nos enseñan a defender y amar la vida, la libertad y sus derechos como mujeres.
Tatiana, una niña de 9 años, vivía en el asentamiento humano Justicia, paz y vida en el distrito de El Tambo (Huancayo-Perú). No dudó un instante, al ver a su madre enferma, de vender su caballera para procurar la vida de Alicia. Solo le dieron S/. 30.00 nuevos soles, y pudieron almorzar y comprar algunos medicamentos.
Este hecho sucedió a fines de abril de este año. Esto conmovió la sensibilidad del país y despertó toda una campaña de solidaridad. Es el gesto lleno de amor y de ternura, que nos permitió descubrir el gran valor del amor y la defensa de la vida.
Malala Yousafzai, adolescente de 16 años, del valle de Swat, en la frontera de Pakistán y Afganistán, salvo de morir a manos de los talibanes, el 9 de octubre de 2012; porque su padre Ziauddin, defiende el derecho de las mujeres a la educación, impulsando las escuelas mixtas en Swat. Ella ha escrito sus memorias con la ayuda de la periodista Christina Lamb. Ella se ha convertido en un símbolo de paz y de misericordia y como mujer su derecho a la educación.
Celebrar el día de la no violencia contra la mujer (25 de noviembre) es adentrarnos en nuestro interior y examinar, si en nuestro país, todos trabajamos en serio por la defensa de los derechos de la mujer en igualdad de condiciones que el varón. ¿Cómo eliminar la violencia física, verbal, sicológica en contra de la mujer? ¿Nuestros hogares son centros de amor, respeto, tolerancia y defensa de la mujer como niña, adolescente, joven, esposa, madre?
Estas dos niñas, viven en mundos distintos. Se han convertido en testimonios de amor, de fe, de esperanza que un mundo distinto es posible, si cultivamos los valores del amor y del respeto por la dignidad de todo ser humano, más allá de las fronteras, razas, religión o creencias.
El Dios de la vida en quien creemos nos urge a ser artífices de la construcción de un mundo nuevo, si amamos la vida y defendemos la vida, en especial de los más pobres.
Estos ejemplos de amor, solidaridad, compromiso con la vida y la paz, nos descubren que pese a la grave crisis moral y de desprecio por la vida y los derechos humanos, nos mueven a continuar enseñando y defendiendo que la vida es un don y una gracia que se ha manifestado en Jesús, centro de nuestra vida y que nos marca el camino de discípulos.
Que este testimonio de vida y de entrega a la persona, toquen las fibras profundas de padres, maestros, educadores a todo nivel para sembrar el trigo nuevo que dé frutos nuevos. (Foto: www.telegraph.co.uk)
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LA DEFENSA DE LA VIDA
NOS TOCA A NOSOTROS SEGUIR ESOS EJEMPLOS. CONTRIBUIR A QUE SE TOME CONCIENCIA SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA DESDE EL MOMENTO DE LA CONCEPCION. DIGAMOS NO A LA LEGALIZACION DEL ABORTO.
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