Chimbote en Línea (Caso Nolasco).- La República publica hoy un interesante informe en el que se revelan los nexos del peligroso sicario Edwin Fajardo Pittman, "Chelele", con el presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar.
"Chelele" confirmó lo que tres testigos habían revelado a las autoridades que investigan el caso del crimen de Ezequiel Nolasco: que era miembro de un grupo de asesinos a sueldo que obedecían órdenes de altos funcionarios de la Región Áncash.
El sicario chimbotano Edwin Fajardo Pittman, "Chelele", reconoció que estaba al servicio de las autoridades de la Región Áncash.
La División de Homicidios de la Policía Nacional le puso los ojos encima a "Chelele" después de que tres testigos del caso del crimen de Ezequiel Nolasco Campos lo identificaron como uno de los miembros de un "sindicato de sicarios" que cumplía órdenes del presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, y de miembros de su entorno más íntimo.
Nacido en Chimbote, el 8 de febrero de 1978, de 36 años de edad, residente en el pueblo joven San Isidro, en la mañana de ayer Edwin Fajardo se presentó ante el Poder Judicial. "Chelele" estaba con orden de captura desde el 13 de mayo por su relación con el homicidio de Ezequiel Nolasco.
De acuerdo con la versión que "Chelele" ofreció al equipo especial de la División de Homicidios, quien lo convocó para participar en el plan de liquidación del ex consejero regional fue Rubén Moreno Olivo, "Goro", guardaespaldas del alcalde del Santa (Chimbote), Luis Arroyo Rojas, brazo derecho de César Álvarez. Para "Chelele", "Goro" era un viejo conocido en el mundo del sicariato y de la extorsión.
A mediados de febrero de este año, "Goro" le dijo a "Chelele" que había un "trabajo" (asesinato) pendiente.
Según 'Chelele', 'Goro' le dijo: "El tío (César Álvarez) está hasta la coronilla de ese pata (Nolasco). Estamos buscando gente para eliminarlo. El tío está ofreciendo un buen billete y una obra (de construcción)".
Según Edwin Fajardo Pittman, desestimó la oferta de "Goro" porque en ese momento estaba comprometido en la preparación de otro asesinato en Chimbote. La División de Homicidios no le cree. Considera que sí intervino en el crimen de Ezequiel Nolasco porque "Chelele" había participado en un anterior frustrado crimen del ex consejero regional.
Como aceptó el propio "Chelele", en abril del 2011 lo convocó el presidente del Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil de Chimbote, Víctor López Padilla.
Se reunieron en el local del sindicato ante la presencia del secretario de Defensa de dicho sindicato, Modesto Mondragón Becerra. Víctor López Padilla, a cambio de dinero, le planteó matar a Ezequiel Nolasco.
El plan consistía en que "Chelele", junto con los delincuentes "Pichón" y "Junior", iban a simular un enfrentamiento a balazos frente a la vivienda de Ezequiel Nolasco con el propósito de ingresar en la casa y matarlo. Luego la prensa pagada por el Gobierno Regional de Áncash diría que Nolasco murió en un confuso incidente entre bandas de extorsionadores de Construcción Civil.
Efectivamente, "Chelele", "Pichón" y "Junior" llegaron hasta la residencia de Nolasco, en el pueblo joven Tres de Octubre, pero no consiguieron su objetivo porque el ex consejero regional no estaba en su hogar.
Uno de los testigos del caso afirmó a las autoridades que el día en que "Chelele" y sus compinches fabricaron el choque a balazos se encontraba cerca del lugar el dirigente sindical Víctor López Padilla, aliado entrañable de César Álvarez y Luis Arroyo.
Cuando la policía lo confrontó con estos estos y le preguntó si era parte del "sindicato de sicarios" de César Álvarez, "Chelele" respondió: "Sí, yo era parte de ese sindicato del tío Álvarez", dijeron las fuentes.
sicario centrado
La División de Homicidios ha documentado que Edwin Fajardo Pittman es un sujeto con antecedentes de protagonismo en el sicariato de Chimbote.
El 25 de abril del 2011, "Chelele" fue parte del plan para matar a Jorge Boyaski Paredes, quien mantenía una disputa con el presidente de Construcción Civil, Víctor López Padilla, por el control de las obras a cuyos propietarios extorsionaban.
Ese día dos mujeres, Leslie Robles Ríos, "La Gata", y Elvira Mayo Vega, convencieron a Boyaski para almorzar en la cebichería "Cielo Azul". Luego de comer y beber, tomaron un taxi y se dirigieron a "El Zanjón", donde se expende droga. En este momento, "Chelele", que vigilaba los movimientos de las mujeres, y era parte del plan, llamó por teléfono a Víctor López Padilla para darle aviso de que su enemigo estaba "centrado".
Cuando el auto se detuvo y bajó Boyaski, dos sicarios se le acercaron y lo mataron de cuatro balazos.
Jorge Boyaski en un primer momento apoyaba a César Álvarez y Víctor López Padilla, pero luego se apartó y los cuestionó por el control de las obras de construcción. Murió, según la jerga policial, en ajuste de cuentas.
La investigación policial determinó que Leslie Robles era amante de Modesto Mondragón Becerra, brazo derecho de Víctor López Padilla y hombre de confianza de César Álvarez.
Esto explica por qué el juez Marco Aurelio Tejada ordenó la captura de César Álvarez, Luis Arroyo, Víctor López Padilla, Modesto Mondragón Becerra y de los sicarios Rubén Moreno Olivo, "Goro", y Edwin Fajardo Pittman, "Chelele", y de las cómplices de estos, Leslie Robles Ríos, "La Gata", y Elvira Mayo Vega, ambas chimbotanas, la primera de 32 años y la segunda de 38 años.
De momento, las mujeres están prófugas.
La versión de "Chelele" de que trabajaba a órdenes de las autoridades del Gobierno Regional de Áncash ha sido confirmada por Colaboradores Eficaces del caso del crimen de Ezequiel Nolasco.
El primero dice: "'Chelele' era parte de un sindicato de sicarios que tuvo la misión de eliminar a Ezequiel Nolasco. (...) César Álvarez Aguilar designó a Modesto Mondragón Becerra y a Julio López Padilla para que recluten a los sicarios de la zona".
El segundo afirma: "Se preparó un supuesto enfrentamiento en la casa de Nolasco. Se designó para este trabajo a los conocidos como 'Chelele', 'Pichón' y 'Junior'. Se buscaba victimar a Nolasco en medio de la confusión. Cuando empezaron los hechos, Víctor López Padilla se retiró del lugar con su seguridad, los suboficiales Willmer Vargas Llumpor y César Siguas Gonzales".
Los policías ahora están presos, por cómplices.(Por Doris Aguirre-La Repúbica)
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