Viviendo con la realidad

 Chimbote en Línea.- En un día de verano sin tristezas ni problemas en esos días que suelo pensar “El mundo es felicidad” empecé a charlar con la realidad , esta se valió de la vida para enseñarme fríamente cómo es el mundo hoy, y cómo la necesidad de dinero puede quitarme la razón . Ella me dijo: “Disfruta de tu vida, no te obsesiones con las riquezas, pues la felicidad y el amor familiar es una posesión aún más valiosa”.
           
Entonces todo mí alrededor se convirtió en aire de la atmósfera  y me vi  como un ángel que sólo contemplaba lo que la realidad me mostraba.

Vi a un adolescente saliendo del colegio que se acercaba a mirar un periódico en una tienda junto con su amigo, diciendo: “¡Qué le pasa a la policía! otro crimen más sin resolver! ¡Este barrio necesita mejoras! ¡Tal vez yo pueda unirme ir a enfrentar la delincuencia! ¡Ya me verás!”.

En eso presenciaron un robo, 2 personas saliendo de una tienda a 3 cuadras de donde se encontraban y subieron rápidamente en un carro negro sin placa. Entonces al ver cómo los delincuentes, un hombre y una mujer, iban corriendo por la calle con sus máscaras, uno le dice al otro: “¡Lorenzo, ¿No que te gustaría ser policía? ¡Vamos!”.

Empezaron la carrera, corrieron estrepitosamente mientras el carro negro se perdió entre los demás carros para el dueño de la tienda que también los perseguía, más el llamado Lorenzo y su amigo no les perdían de vista, hasta que para la alegría de sus almas paró el carro en un semáforo, cerca había un alquiler de bicicleta, alquilaron dos  y siguieron en marcha, pienso que tal vez se hayan sentido cómo dos superhéroes en busca de justicia o simples buenos ciudadanos.

Parecía que seguían un millón de dólares, un tesoro perdido, pues manejaban con demasiado ímpetu, y el carro en que se iban los ladrones disminuyendo la velocidad se detuvo en una casa deshabitada. Los ladrones entraron y Lorenzo y su amigo miraron de lejos exhaustos, pero sus caras reflejaban un poco de miedo y temor.

Luego de estar respirando profundamente el amigo de Lorenzo dijo: “¡Vamos a mi casa , te invitaré el almuerzo mis padres me deben estar esperando”, a lo cual Lorenzo respondió:  “Ok, estoy seguro que mi padres aún no estarán en mi casa, muchas veces salen de madrugada y siempre me dicen que trabajan por mí para darme todo lo que ellos no tuvieron de niños”.

Su amigo le hizo una pregunta que lo dejó pensativo con cara de matemático loco buscando la solución a un problema , le dijo “¿Cuál es el trabajo de tus padres? Lorenzo no supo que responder, y después de pensar mucho respondió: “¡No lo sé! , trabajan para mi bien ¡No me falta nada¡ pero creo que si nos falta tiempo juntos”, su amigo entonces le dijo “No te pongas tristes , mira todo lo que has logrado! Lograste dejar el vicio de fumar que te tenía atrapado desde segundo de secundaria  ¡Ahora! ¡Vamos! ¡Que desde la clase de historia que tengo hambre¡”. Entonces  los dos se fueron a dejar las bicicletas e ir a almorzar.

En eso se me cayeron las alas, de lo que estaba como águila en las nubes, estaba cayendo del cielo y gritando por ayuda, pasaron por mi mente alegrías y tristezas sentí mi corazón  fuera de mi cuerpo y mi cabeza pensaba en lo peor .

Y cuando parecía encontrarme sin salida como por voluntad divina me vi frente a la realidad y me dijo “Sera la última conversación contigo, mira la experiencia de Lorenzo y cuando esta termine me veras diariamente, tú decides si quieres modificarme en tu vida”.

Nuevamente vi a Lorenzo con su amigo pero era otro día, esta vez corriendo con  una pistola en el bolsillo diciéndole: “¡Ya me canse de la delincuencia! De dos tiros matare a los delincuentes ¡” y su amigo le pregunto “¿Y dónde encontraste esa arma? No sabía que la tenías ¡No la uses!  O no te acompaño” .Lorenzo le dijo: “¡Mal amigo!, ¡Vete! ¡Sólo are justicia!”.

Su amigo simplemente se fue, y desde la esquina lo miro como entraba a la casa abandonada, mientras que Lorenzo vio como los ladrones en un cuarto oscuro y con mucho polvo se repartían el dinero, Lorenzo agarro el arma y por su mente paso la idea de hacer justicia por sus propias manos, pero quiso saber quiénes eran.

Se subió a un barril y abrió la cortina para  que entrara luz , entonces se quedó  pasmado con sus ojos llorosos y temblando; ¡Vio a sus padres! , ¡Sí…! ¡Sus padres eran los delincuentes! Mas estos no lo reconocieron, solo vieron una imagen distorsionada, agarraron sus armas y le dispararon sin pensar, creyendo que los habían descubierto. Los padres de Lorenzo fueron a ver quién era y ¡Oh! , ¡Sorpresa! ¡Era su hijo! El ser por quien arriesgaban su vida, su único hijo, el que le daba sentido a sus vidas, su más preciado tesoro, su más atesorada riqueza, pero ahora la muerte se lo llevaría de sus propias manos por culpa de ellos.

  El amigo de Lorenzo desde afuera escucho los disparos, actuó con miedo, con temor, y lo único que hizo fue llamar a la policía. Cuando llegaron encontraron tres muertos, pero juntos tomado de la mano como una verdadera familia y en la maso del ladrón una carta que decía: “¿Cómo pudimos hacerlo? Se nublo nuestra razón pensamos alegrar su corazón dándole mucho dinero pero ahora sabemos que lo que debió ser primero fue el tiempo que le debimos dar”.

En eso recordé lo que la realidad me dijo: “No te obsesiones por las riquezas, pues la felicidad y el amor familiar es una posesión aún más valiosa”.

Escritor empedernido

Nombre: Cristhian Mostacero Tafur

Grado y sección: 5 "C"

Colegio: "La Libertad"
 

Profesora asesora: Verónica Cabrera Flores

 

 

Comentarios

Exelente, me gustó tu lema “No te obsesiones por las riquezas, pues la felicidad y el amor familiar es una posesión aún más valiosa”.

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