Por Fr. Héctor Herrera, o.p.
Movidos por la inspiración del Papa Juan XXIII. Y a invitación del Nuncio Apostólico, Mons. Rómulo Carboni, llegan los Misioneros Dominicos de la Provincia de San José de New York. Y se le encarga la conducción de la Prelatura Nullius de Chimbote, creada por la Bula Pontificia, el 26 de Noviembre de 1962, quinto año del Pontificado del Papa Juan XXIII.
El Primer Prelado será Mons. Carlos Santiago Burke, o.p. quien asume la Prelatura el 10 de febrero de 1963, ordenado Obispo Prelado el 25 de mayo de 1967. Renuncia a la sede Prelaticia el 08 de Junio de 1978 y muere en EE.UU. el 28 de mayo de 1994.
Al fundarse la Prelatura la Bula dada en Roma, establece “La sede de esta nueva Iglesia será la ciudad de Chimbote y el templo Parroquial dedicado a San Pedro Apóstol se tendrá como el prelaticio, al que damos todos los derechos y privilegios propios de estos sagrados recintos”.
Esto fue reconfirmado por la Bula de la creación de la Diócesis de Chimbote, expedida el 6 de abril de 1983 por el Papa Juan Pablo II, quinto año de su pontificado y nombrado Obispo, Mons. Luis Bambarén: “Constituimos Diócesis la Prelatura de Chimbote…Establecemos su Sede Episcopal en la ciudad de Chimbote, elevando la Iglesia Parroquial dedicada al Apóstol Pedro a la dignidad de Iglesia Catedral”.
La Iglesia de Chimbote, nace con 5 sacerdotes diocesanos: Mons. Pedro Ángeles, P. Fausto Vergara, P. Godofredo Araujo. P. Isaac Flores y el conocido P. Bertino Otárola, el único sobreviviente, que ha aportado mucho a la joven Iglesia de Chimbote. Los demás sacerdotes pertenecían a los Oblatos de San José, que llegan en 1949. Los Padres de Santiago Apóstol, Dominicos, Santa Cruz, y Hermanos Cristianos.
La Iglesia de Chimbote, desde sus inicios estuvo cerca de los pobres. Era inspirada por la Palabra de Dios, los documentos del Concilio Vaticano II y en especial la II Conferencia de Medellín, los documentos del Episcopado Peruano: “Justicia en el Mundo”(1971), “Evangelización”(1973). El Primer Obispo Prelado Mons. Carlos Santiago Burke, o.p. dirigió una serie de documentos desde 1963 a 1978, que marcan las líneas pastorales de la Iglesia. En dos mensajes Pascuales explica como Cristo sufre en un pueblo oprimido, con la esperanza de la resurrección hacia una nueva tierra.
Seña el desequilibrado desarrollo de la ciudad. Critica el individualismo, las relaciones opresivas entre personas, el machismo, la infidelidad, el alcoholismo, el aborto, la irresponsabilidad de los padres hacia los hijos. Acompaña la lucha de los pescadores en 1966, 1977. El gesto de la Palabra profética va acompañado de la doctrina social de la Iglesia y en la formación de una conciencia cristiana del pueblo. Al mismo tiempo que ordenaba nuevos sacerdotes: P. Roberto Olórtegui, P. Héctor Alvarado, Fr. Héctor Herrera, o.p., P. Iván Miranda.
La voz de la Iglesia despertaba fe, esperanza y caridad compartida a través de las diversas obras sociales de la Prelatura: Cáritas, Postas médicas, Maternidad de María, Clínica Santa Clara, Centro de Acción Social, desde donde nacía la formación de catequistas, doctrina social, presencia en cooperativas, sindicatos, centros educativos, creación de Parroquias, movimientos eclesiales: JEC(Juventud Estudiantil Católica), JOC(Juventud Obrera Católica), MTC(Movimiento de trabajadores Cristianos), Cursillos de Cristiandad, Movimiento por un mundo Mejor, CINCOS(Centro de Intercomunicación Social), Comisión de Justicia Social).
La presencia de la Iglesia, al asumir la conducción del reparto de víveres y obras comunales, en el terremoto del 31 de mayo de 1970, fue clave en el acompañamiento y la formación de comunidades cristianas.
Mons. Carlos Santiago Burke, o.p. Primer Obispo Prelado, se caracterizó por su amabilidad, sencillez y cercanía a los pobres. Amigo de los lustrabotas, los apoyó en la educación y siempre estaba pendiente de su formación moral e intelectual. Al despedirse en la célebre misa del 10 de Julio de 1978, en el templo de San Carlos, con todo el clero, hizo la homilía de despedida Fr. Héctor Herrera, o.p.
Al dejar la Prelatura, se contaba con 37 sacerdotes entre Dominicos, Oblatos de San José, Santa cruz, sacerdotes de IEME y de Mallorca(España), Sociedad de Santiago Apóstol y Diocesanos. 11 grupos de religiosas: Mercedarias, Canonesas de la Cruz, Verbo Encarnado, Dominicas, San José de Carondelet, Virgen Niña, Preciosima Sangre, Teresianas y Hermanos Cristianos.
Se crearon las Parroquias: San Pedro(1963), San José Obrero, Cristo Salvador(Coishco),Santa Cruz, Santa rosa de Lima, San Pablo, San Francisco de Asís, San Martín de Porres, Santa Teresa, Perpetuo Socorro, Sagrada Familia, Cristo Rey. Se estableció la Escuela Superior de Catequesis, se construyeron centros médicos, asilo de ancianos, los centros educativos: Mundo Mejor, Santa rosa de Lima, Niño Dios, Raymondi, Fe y Alegría, Santa María de Cervelló y el Centro de Educación Especial(Fe y Alegría No. 42).
En un emotivo mensaje este pastor se despedía así: “Les dejo, con la seguridad que la semilla del Evangelio, dará aquí fruto abundante. Sé que el Amor a Cristo que les anima, hará que sepan “tomar la posta” y seguir adelante, siempre con entusiasmo, siempre con la seguridad de que Dios está en medio de ustedes.
Al despedirme, deseo tres cosas:
-Lo primero agradecer a dios y a todos los miembros de nuestras comunidades cristianas, por el don de la fe que se ha manifestado en la construcción y maduración de nuestra Iglesia local.
-Lo segundo, pedir a todos, que mantengan siempre el espíritu misionero, para que las comunidades cristianas sean fecundas en vocaciones y así tengan sus propios agentes de pastoral, especial sacerdotes.
-En tercer lugar, pido a María Santísima, que cuide de todos ustedes como verdadera Madre. Bajo su manto sagrado los dejo a todos, especialmente a los pobres, a los que sufren y a los que tienen hambre y sed de Dios.
“Que el amor sea el distintivo de la Prelatura de Chimbote: que por su amor generoso y comprometido, sean ustedes señal de la presencia de Dios en estas tierras, según la Palabra de Jesús: “En esto conocerán los hombres que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros, como Yo los he amado”.
Le sucederá a nuestro Primer Obispo, Mons. Carlos Santiago Burke, o.p. Mons. Luis Bambarén el 25 de Julio de 1978.