Chimbote en Línea (Periodismo escolar) Creo que todos queremos que nuestra sociedad sea justa, y queremos que aquellos que no cumplen la ley sean sancionados debidamente y reciban todo el peso de la Ley. Pero ¿Qué sucede cuando salen libres? Las penas impuestas a encarcelados no son eternas ni alcanzan la cadena perpetua, por lo que en algún momento tendrán que salir libres y más aún para aquellos cuyas penas son bastante cortas.
Dicen nuestras autoridades y muchos especialistas que la cárcel no debe ser sino más que la pérdida de algunos derechos, pero no de los más esenciales y que además debe ser un centro de rehabilitación de las personas que cometieron un delito para que cuando salgan del penal sean personas de bien. Al menos esa es la idea y el propósito.
Pero lo que vemos en realidad, es algo muy diferente, percibimos que muchos internos que entraron al penal por algún delito, cuando salen se convierten en delincuentes más avezados y más violentos de lo que entraron.
Esto me hace pensar sobre si es posible la rehabilitación de alguien que ha cometido un delito. Nuestras autoridades mencionan que la causa de esta retrovertida situación es el hacinamiento de los penales, la falta de especialistas y la inadecuada infraestructura de los centros penitenciarios.
En parte creo que tienen razón pues son necesarios psicólogos que analicen cada caso para que los internos poco a poco se conviertan en verdaderos ciudadanos, además los malos tratos por parte de quienes controlan el penal genera en los presos sentimientos de desconfianza y venganza que origina su avezado comportamiento al salir de cárcel.
Pero creo que el factor central que origina al resto es la desidia de nuestras autoridades para invertir en la rehabilitación de los presos. Si queremos seguridad ciudadana no se trata de meter a todos los delincuentes en la cárcel hasta desaparecerlos de la calle, sino más bien de dejar las cárceles vacías, pero para esto es necesaria la rehabilitación.
Yo sí creo en la rehabilitación de las personas, pero no creo que nuestras autoridades estén tomando el debido interés en este tema. Las cárceles que actualmente tenemos no son suficientes para la gran cantidad de internos y casi todos exceden su capacidad, además no son adecuadas para el tipo de internos que tiene ahora. Fueron construidas para encerrar a los terroristas. Este ambiente mortifica a los actuales presos y alimentan sus actitudes de violencia.
Si yo creo en la rehabilitación es porque todos, presos y libres somos seres humanos y necesitamos de la ayuda y los medios necesarios para poder cambiar, pero se debe conseguir de una forma saludable para el interno, no martirizándolo y dañando su integridad. El gobierno debe invertir en médicos, penales nuevos y adecuado y controlar a quienes los vigilan para garantizarle un trato humano, solo así progresivamente lograremos tener seguridad ciudadana.
ALUMNO: MARIO PEDREROS CARBONEL
GRADO: QUINTO
I.E.: SAN JACINTO
DOCENTE TUTOR: ALBERTO MALABRIGO FLORES
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